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¿La fraternidad es ancla de salvación para la humanidad? Por: JM López Vega

20.03.2022

Para conmemorar el segundo aniversario del Día Internacional de la Fraternidad Humana proclamado por las Naciones Unidas, Bergoglio grabó un mensaje de video. Sus palabras, como es costumbre, están plagadas de imprecisiones y errores doctrinales que no pueden pasarse por alto.

Seleccionamos algunas de sus afirmaciones contenidas en el video y las comentamos:

  • "...el camino de la fraternidad es largo y difícil, pero es ancla de salvación para la humanidad".

Error grandísimo. Como lo dice el articulista Alejandro Sosa[1], "el cristiano sabe perfectamente que el ancla de salvación para la humanidad es solamente Nuestro Señor y Salvador Jesucristo".

No hay otra ancla que Cristo. Como se comentó anteriormente, la fraternidad, con toda la buena voluntad que pudiera haber entre los hombres, sería insuficiente sin el bautismo y la conversión al cristianismo.

Lo que Francisco proclama es una fraternidad sin Cristo o a pesar de Cristo. Esto es imposible, porque la voluntad humana no alcanza para ese fin, ni siquiera para la fraternidad en un grupo pequeño, como una familia. Necesariamente se necesita del auxilio divino, de la gracia de Dios. Dice Jesús: "... porque sin Mí nada podéis hacer". (Jn. 15, 5)

Pretender la salvación sin la intervención de la gracia, sin la participación de Cristo, es imposible y una herejía. Se trata del pelagianismo, sostenido por el monje Pelagio, condenado en 417 y combatido por San Agustín, obispo de Hipona.

  • "...debemos reconocernos hermanos y hermanas... La fraternidad nos lleva a abrirnos al Padre de todos y a ver en el otro un hermano, una hermana, a compartir la vida, a sostenernos recíprocamente, a amar y conocer a los demás."

Otro tema discutible. Primero, fraternidad no es sinónimo de caridad cristiana. La fraternidad indica hermandad, solidaridad, como dice Francisco, "una unión fuerte que está en nuestra misma naturaleza" pero es un concepto que se aplica para el respeto, filantropía, y el ponerse en el lugar del otro, pero en un plano terrenal. Más aún, la masonería ha adoptado a la fraternidad como uno de sus pilares. En pocas palabras, no es una palabra de uso corriente en el lenguaje cristiano.

La caridad, en cambio, es una virtud teologal, que Dios otorga a quien Él quiere. Se trata de una virtud que se inserta en el plano sobrenatural, y en su concepción implica amar a los demás por amor a Cristo. No es un amor natural, como la fraternidad, es un amor sobrenatural que implica la adoración a Dios, al único Dios, pues los actos de caridad son para su mayor honra y gloria.

En segundo lugar el concepto de hermano tiene un significado específico en la religión cristiana. El P. José María Iraburu[2] lo explica con mayor propiedad y extensión, pero sintetizamos la doctrina en la siguiente afirmación: En orden a la creación, todos somos hermanos, pues fuimos creados por un

[1] Alejandro Sosa Laprida. 22feb22. ADELANTE LA FE. Bergoglio: "La fraternidad es ancla de salvación para la humanidad". Recuperado de: https://adelantelafe.com/bergoglio-la-fraternidad-es-ancla-de-salvacion-para-la-humanidad/

[2] José María Iraburu. 12 de mayo de 2020. INFOCATÓLICA ¿Todos somos hermanos? ¿Todos hijos de Dios? En: https://www.infocatolica.com/blog/reforma.php/2005120905-593-itodos-hermanos-itodos-himismo Padre. En orden a la gracia, los cristianos somos los únicos hijos de Dios, Hermanos de Jesucristo y herederos del cielo.

Hemos pasado por dos nacimientos, el primero, en las personas de Adán y Eva, y el segundo en Jesucristo, pues nacimos a la gracia como fruto de la Redención.

El primero es perfectamente entendible. A ese se refiere Francisco cuando habla de fraternidad, pero esta hermandad ignora o rechaza la naturaleza salvífica de la Redención.

El segundo nacimiento es por la gracia, por el bautismo.

Iraburu cita aSan Juan Crisóstomo: Cristo «nació según la carne para que tú nacieras en espíritu; él nació de mujer para que tú dejases de ser hijo de mujer» y vinieras a ser hijo de Dios. (MG 57, 26).

Y dice Nuestro Señor: «Quien no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de los cielos. Lo que nace de la carne, es carne; pero lo que nace del Espíritu es espíritu. Es necesario nacer de arriba» (Jn 3, 5-7).

Concluye el P. Iraburu: Dios ha querido en Cristo Salvador hacerse «Padre» nuestro y hacernos «hijos» suyos. Y por eso, enseñados por Cristo, «nos atrevemos a decir: Padre nuestro»...

Entonces, hablando con toda propiedad, solo los que renacen del agua y del Espíritu somos hermanos, somos hijos de Dios. Por ende, Francisco comete un error tremendo con su prédica sobre la fraternidad universal y cae en una herejía ya dictaminada por la Iglesia.

  • ...solos no nos salvamos.

Es una insistente frase que utiliza Francisco, pero no tiene la claridad suficiente:

Si se refiere a la supervivencia del hombre sobre el planeta, sí, tiene razón.

Si se refiere a la salvación eterna, podemos interpretar esta frase en dos sentidos. Estaríamos de acuerdo si se refiere a que no podemos salvarnos sin la ayuda de Dios. Pero Francisco no se refiere a esta acepción.

Entonces queda la interpretación de que solos, sin la ayuda de los demás, no podemos alcanzar el cielo. Aquí hay un error. Hablando en cuanto a la vida en esta tierra, tenemos el ejemplo de muchos santos ermitaños que alcanzaron el cielo en la soledad de su oración y penitencia.

Si hablamos del momento del juicio particular, el primero al que seremos sometidos inmediatamente después de la muerte, recordemos que será estrictamente individual. Y entonces sabremos si, por la misericordia de Dios, alcanzamos el cielo.

  • "Bergoglio ha dicho que los blasfemadores y los apóstatas forman parte de la Comunión de los Santos."

"Padre, pensemos en aquellos que han renegado de la fe, que son apóstatas, que son los perseguidores de la Iglesia, que han renegado su bautismo: ¿también estos están en casa?". Sí, también estos, también los blasfemos, todos. Somos hermanos: esta es la comunión de los santos. La comunión de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el Cielo".(8)

Otro error de grandes consecuencias para los que son engañados con esta herejía.

La comunión de los santos[1] se refiere a una comunicación de bienes entre la iglesia triunfante (los santos que están ya en el cielo) la iglesia purgante (formada por aquellos que han alcanzado la gracia, pero se purifican en el purgatorio) y la iglesia militante, que incluye a todos los católicos que aún vivimos en este mundo.

Pero, ¿Quiénes participan de esta comunión e bienes? Contesta el P. Faría: Los que están en gracias de Dios. Los que están en pecado mortal pierden la mayor parte de esos bienes, pero reciben gracias que facilitan su conversión. Pero los que no son miembros de la iglesia, los infieles, los herejes, los apóstatas, los cismáticos y excomulgados no participan de estos bienes.

Es obvio que los ya juzgados y condenados tampoco pertenecen a esta comunión de los santos.

Entonces, tenemos que admitir que Bergoglio está enseñando una doctrina que no es la católica.

  • "El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre". (...) cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre, por medio de este misterio. (...) El hombre tal como ha sido querido por Dios, tal como Él lo ha elegido eternamente, llamado, destinado a la gracia y a la gloria...

Estas palabras sugieren otro par de errores graves: el panteísmo y la justificación universal.

El tema de la justificación universal es más fácilmente identificable. Si todos los hombres estamos unidos con Cristo para siempre, entonces estamos salvados automáticamente, como efecto de su Sacrificio, de su Redención. Entonces no importa si obramos bien o mal, o si creemos en Él o en cualquier falso dios o profeta. La salvación está asegurada. De esta herejía se derivan otras, como la declaración de que todas las religiones son queridas por Dios y en todas hay salvación. También se concluye la negación de la existencia del infierno, pue no hay castigo eterno.

Este párrafo esboza también una idea de panteísmo, que supone que todo formamos parte de Dios, no de manera espiritual -como parte del cuerpos místico de Cristo- sino esencialmente. En este párrafo Francisco se refiere exclusivamente al hombre, pero su doctrina ecológica supone que también la "Madre Tierra" y el cosmos total se funden con Dios. Son parte de la tesis del también jesuita Pierre Teilhard de Chardin, con su propuesta del Cristo cósmico, donde afirma que al final de la evolución, (el punto Omega) Cristo se hace uno con el cosmos.

Dice en su artículo Alejandro Sosa:

"...existen innumerables declaraciones de Bergoglio y de sus predecesores conciliares en las que se significa -más o menos sutilmente- la salvación universal de los hombres, basada en la divinidad subyacente del ser humano, omitiendo de este modo la necesaria distinción entre la naturaleza y la gracia, confundiendo el orden natural con el orden sobrenatural.

"En esto reside precisamente la esencia del modernismo, el cual no es sino el avatar contemporáneo del gnosticismo panteísta, con ropaje cristiano."

Sobra decir que Teilhard de Chardin fue reprobado en su momento por sus ideas heréticas, ideas que ahora resurgen con Bergoglio.

  • Sólo cuando los seguidores de las religiones se exigen a sí mismos una vida coherente con su ética religiosa...

Para Francisco todas las religiones son buenas -queridas por Dios- y en todas hay salvación. Pero resultan socialmente positivas si las personas viven de una forma congruente con su ética religiosa. La salvación estaría asegurada, pero la paz y la fraternidad humana requieren del compromiso ético.

Francisco propone una religión universal, que se manifieste por la fraternidad, y donde los dogmas son elementos secundarios, válidos solo para la religión que los propone.

En otros comentarios hemos demostrado con las Sagradas Escrituras y en general, con el Magisterio de la Iglesia, que Dios no desea la adoración a dioses paganos; por el contrario, la reprueba y condena. Por eso su Hijo instituyó su iglesia, para que los que crean en Él se salven. Y debido a ello, es la necesidad de la evangelización y de los medios para conseguir la gracia, que nos acerca a Dios.


[1] Alejandro Sosa Laprida. 22feb22. ADELANTE LA FE. Bergoglio: "La fraternidad es ancla de salvación para la humanidad". Recuperado de: https://adelantelafe.com/bergoglio-la-fraternidad-es-ancla-de-salvacion-para-la-humanidad/

[1] José María Iraburu. 12 de mayo de 2020. INFOCATÓLICA ¿Todos somos hermanos? ¿Todos hijos de Dios? En: https://www.infocatolica.com/blog/reforma.php/2005120905-593-itodos-hermanos-itodos-hi

[1] Rafael Faría. 1950. Curso superior de religión. La Comunión de los Santos. C. 284-287. (Puede consultarse digitalizado en la biblioteca del Centro de Estudios San Benito: https://centro-de-estudios-sanbenito.blogspot.com/#granbiblio

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