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¿Qué tipo de católicos somos? Por JM López Vega

06.07.2022

En esta época de crisis de la Iglesia Católica donde la confusión ha hecho presa no solo de los fieles, sino también de sacerdotes y religiosos y aun de obispos. ¿Quién es un católico? ¿En qué debe de creer?

Hay dos problemas inmediatos a los que se debe atender: lo qué debemos creer y qué es lo que nos identifica como católicos.

Podemos decir con simplicidad que lo que debemos creer se encuentra en el Catecismo. Sí, en teoría, pero la verdad es que han aparecido en los medios oficiales de la iglesia vaticana nuevos principios que tienen la calidad de dogmas, y que difieren de los señalados en el Catecismo. Por otra parte, se minimizan o desprecian doctrinas ya definidas por la Iglesia, que han sido declarados como verdades de fe, como la existencia del infierno, la necesidad de los sacramentos y la moral sexual.

El segundo problema tiene que ver con la identidad. Anteriormente no existía este problema, pues en cuanto se presentaba una disgregación, inmediatamente la Santa Sede tomaba cartas en el asunto y ponía orden. Ahora hay una variedad de opciones que identifican a los católicos, al grado que ya no sabemos qué somos; modernistas, conservadores, tradicionalistas, etc.

Con el fin de entender mejor las posturas sobre la Doctrina de la Iglesia, hace algún tiempo propusimos las siguientes categorías, que ahora volvemos a resumir:

Modernista: miembro del clero o laico que acepta las reformas emanadas del Concilio Vaticano II (CVII), reconoce a la actual jerarquía eclesiástica y está de acuerdo con las líneas dogmáticas y pastorales actuales.

En esa categoría se incluye no solo a los miembros de la Iglesia que aceptan pasivamente las reformas, sino también a los progresistas, llamados también "progres" que quieren que las reformas se den de na manera más rápida y distinta de la Tradición de la Iglesia.

El "modernista" lo es por estar de acuerdo con la actualización de la Iglesia, dado que uno de los principales fines del Concilio era el "aggiornamento", es decir, "poner al día" o modernizar a la Iglesia.

También se llama modernista porque participa de varias de las desviaciones doctrinales señaladas por San Pío X en lo que él llamó la "herejía del modernismo", condenada en la encíclica Pascendi Dominici Gregis, del 8 de septiembre de 1907, herejía que en diferentes niveles y modos está presente en la iglesia modernista. Esto lo afirmamos tomando como base los documentos originados en este concilio y en los desarrollos posteriores.

Hay una corriente ultraprogresista que se desespera porque no llegan los cambios deseados, como el sacerdocio femenino, la abolición del celibato sacerdotal, las uniones homosexuales, etc. Podemos decir que el ultraprogresista está en una categoría distinta de herejía; el modernista pretende tener la verdad católica, aunque se engaña. El ultraprogresista no es ya católico, porque las reformas que él anhela entrañan la creación de una nueva religión que sólo pretende valerse de las estructuras de la Iglesia para difundir lo que podemos llamar la religión de la modernidad.

Conservador: Miembro de la Iglesia que acepta la validez y legalidad del Concilio Vaticano II, pero que no está de acuerdo con algunas de las reformas, sobre todo aquellas que alteran la Doctrina. Por lo general fueron formados en el marco del Concilio, pero difieren en aspectos que chocan con el Magisterio, como la prohibición de la misa en latín, la ideología de género, la comunión a divorciados y la democratización de la iglesia mediante la sinodalidad.

Actualmente se han sumado a este grupo de conservadores muchos sacerdotes y fieles que observan como la Iglesia se va desviando de su finalidad, que es la salvación de las almas, tomando otros senderos, como el cuidado del planeta, la paz del mundo o la fraternidad universal.

En este grupo también se incluyen los que -aceptando el Concilio y la legitimidad en la sucesión apostólica) rechazan a Francisco, por considerarlo ilegítimamente electo (impuesto por la Mafia de San Gallo[1]) o que ha perdido su autoridad por haber incurrido en herejías, como la introducción de la Pachamama en la Basílica de San Pedro, el poner a la única religión verdadera en el mismo nivel de las falsas religiones paganas con su ecumenismo, el permitir sacrilegios, como la comunión a no católicos o en pecado mortal, etc.

Tradicionalista: Técnicamente todos los católicos somos tradicionalistas porque aceptamos la Tradición de la Iglesia como una de las fuentes de la revelación (además de las Sagradas Escrituras). Ser católico es ser tradicionalista. Este grupo debería llamarse simplemente "católicos", pero para efecto de distinguirlos del resto de quienes se dicen católicos, le llamaremos tradicionalista.

Por tradicionalista entendemos a aquellos miembros de la iglesia, clero y laicos, que ve en el Vaticano II una ruptura con la historia y doctrina de la Iglesia, de tales dimensiones, que lo que resultó de este concilio ya no es la Iglesia Católica, sino una "nueva iglesia", con una "nueva misa" (Novus Ordo), nuevos dogmas y sobre todo, asimilada con el mundo.

En consecuencia los tradicionalistas no aceptan las reformas conciliares, ni la jerarquía posterior y derivada del CVII, ni sus actos y documentos.

En esta categoría incluimos a los que, aun desconociendo la validez del Concilio Vaticano II y sus reformas, admiten como legítima la sucesión apostólica (la validez de las consagraciones episcopales y la sucesión papal posteriores al CVII) con todos los malabarismos intelectuales que se requieren para tratar de encontrar un equilibrio entre dos posturas irreconciliables.

El interés de estos grupos tradicionalistas es recuperar la religión católica con toda su pureza y riqueza espiritual, como nos fue enseñada por Jesucristo, transmitida desde su institución por sus apóstoles y discípulos, y después conservada por el Magisterio de la Iglesia por veinte siglos. Como decía San  Pío X: "Restaurar todo en Cristo". En síntesis, el tradicionalismo desea reestablecer la iglesia de siempre.


[1] Roberto De Mattei. 05 de noviembre de 2021. La Mafia de San Galo. Reseña de un libro de Julia Meloni. Adelante la Fe. En: https://adelantelafe.com/la-mafia-de-san-galo-resena-de-un-libro-de-julia-meloni


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