NOTICIA COMENTADA 584
LOS MASONES DE CHIETI DICEN QUE APELARÁN AL PAPA. Mons. Bruno Forte: «Los masones están en estado de pecado grave. No hay comunión para ellos» INFOCATÓLICA. 15feb23. https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=45694
Ante la proliferación de actividades masónicas en su archidiócesis, Mons. Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia), ha estimado oportuno recordar que es incompatible ser católico con la pertenencia a la masonería. Los masones han reaccionado pidiendo la intervención del Papa.

En Chieti, provincia italiana de la región de Abruzos hay un enfrentamiento a la vieja usanza entre la Iglesia y la masonería. En la capital de la provincia, desde hace un par de años, una logia tiene su sede a pocos pasos del centro comercial Megalò. Se trata de la Logia Soberana Araba Fenice, que cuenta con unos cincuenta afiliados y que, en las últimas semanas, ha sido la comidilla de la ciudad por una conferencia organizada en el Hotel Iacone con el título «Francisco de Asís: ¿misticismo o esoterismo?».
... También intervino el arzobispo de Chieti-Vasto, Bruno Forte, declarando que, «dado que se han tomado iniciativas públicas por parte de círculos masónicos en el territorio de la archidiócesis», es «oportuno recordar la posición de la Iglesia con respecto a la masonería».
Mons. Forte se refirió al canon 1374 del Código de Derecho Canónico y a la interpretación del mismo dada por la Congregación para la Doctrina de la Fe el 26 de noviembre de 1983:
«Se ha preguntado si el juicio de la Iglesia hacia la masonería ha cambiado por el hecho de que en el nuevo código de derecho canónico no se la menciona expresamente como se hacía en el código anterior. Esta Congregación está en condiciones de responder que esta circunstancia se debe a un criterio de redacción seguido para otras asociaciones tampoco mencionadas por estar incluidas en categorías más amplias. Por tanto, el juicio negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas permanece inalterado, ya que sus principios siempre se han considerado irreconciliables con la doctrina de la Iglesia y, por tanto, la pertenencia a las mismas sigue estando prohibida».
El prelado lanzó una advertencia recordando que «los fieles que pertenecen a asociaciones masónicas se encuentran en estado de pecado grave y no pueden recibir la Sagrada Comunión. No corresponde a las autoridades eclesiásticas locales pronunciarse sobre la naturaleza de las asociaciones masónicas con un juicio que implique derogación de lo anterior».
Los masones apelan al Papa. Como era de esperar, los masones no han recibido bien las palabras del arzobispo Forte. Ginevra Di Nicola, portavoz de la logia masónica Araba Fenice de Chieti, ha dicho que apelarán al Papa: «Nos dirigiremos al Papa Francisco para pedirle su intervención rápida y proactiva en esta diatriba, que daña nuestro honor y que, en definitiva, amenaza nuestra seguridad».
Y además ha citado el punto 46 de la encíclica Fratelli Tutti: «Conviene reconocer que los fanatismos que llevan a destruir a otros son protagonizados también por personas religiosas, sin excluir a los cristianos, que pueden formar parte de redes de violencia verbal»
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El tema de la condena de la Iglesia a la masonería ha estado en estas últimas décadas en los foros del debate.
Desde que se conoció el pensamiento de la masonería moderna, la Iglesia ha condenado a esta organización secreta por su filosofía naturalista y racionalista, pero sobre todo, anticristiana.
El antiguo Código de Ley Canónica (ley oficial de la Iglesia) del año 1917, condena la Masonería explícitamente[1].
Canon 2335: "Personas que entran en asociaciones de la secta masónica o cualquier otra del mismo tipo que conspire contra la Iglesia y la autoridad civil legítima, contraen excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica.
En esta misma nota de INFOCATÓLICA se relata una consulta que, en 1983, se hizo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre la excomunión a la masonería, preguntando si había cambiado la postura de la Iglesia respecto a esta secta, y se responde que no hay cambios, la condena persiste así como la prohibición para pertenecer a esta organización secreta.
"Por tanto, el juicio negativo de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas permanece inalterado, ya que sus principios siempre se han considerado irreconciliables con la doctrina de la Iglesia y, por tanto, la pertenencia a las mismas sigue estando prohibida".

Es cierto que ha habido un acercamiento entre la masonería y el vaticano, pues la primera insiste en que es una institución de carácter moral, que busca el perfeccionamiento de la persona y la sociedad, que es la careta que presenta a la sociedad y a sus miembros en los primero grados, pero creemos que la verdadera razón está en que miembros de la iglesia católica, entre los que se encuentran no solo laicos, sino también sacerdotes, obispos y hasta cardenales –como se ha demostrado repetidamente con abundantes documentos y testimonios- quisieran quitarse la pesada loza que cargan, aunque sólo fuera legalmente, porque la culpa no se elimina y sus consecuencias permanecen. De hecho, hasta se han formado comisiones oficiales conjuntas para estudiar el tema.
También hay quienes afirman que se ha levantado la condena, con base en las afirmaciones –confusas, indefinidas- de la Encíclica "Fratelli tutti" de Francisco, por cierto, muy elogiada por los masones.
La pertenencia a la masonería tiene dos características que la hacen difícil de conocer: es una organización secreta que prohíbe a sus miembros, bajo juramento, revelar lo que se dice y hace en sus grupos de trabajo, con castigos incluso muy severos que pueden incluir la muerte; por otra parte, es una asociación en la que se avanza por grados, de tal manera que los verdaderos objetivos se van desvelando poco a poco, conforme asciende el candidato, con la misma prohibición de revelar el secreto también a los grados inferiores.
Pare ejemplificar el carácter anticristiano de esta secta, presentamos un par de citas Gerardo García Flores[2]:
En el año 1776, el 1° de mayo, en Suiza se funda la orden Rosacruz masónica… Esta logia lanzó la idea de establecer el Nuevo Orden Mundial, basado en la rebeldía contra Dios y su Iglesia, quitando primero las potencias cristianas que la protegían: "Primero el trono, luego el altar", reza su lema.
En 1844 se pone en marcha el "Máster Plan" para destruir la Iglesia desde dentro. Dice Nubius, jefe de la secta de los Carbonari en Italia: "Para lograr el triunfo de la Revolución por un Papa, no es de un día ni de un siglo. Hay que formar una generación de sacerdotes que marchen bajo nuestro estandarte y luego prediquen las doctrinas masónicas, así harán creer que el cristianismo es una doctrina esencialmente democrática" (Cfr. L ´Eglise Romaine et la Revolution, edi cerde del a renaissance francaise, 1976).
Varios pontífices han estudiado el tema a fondo y han condenado firmemente a la masonería. Entre ellos están Clemente VII, Benedicto XIV, Pío VII, León XII, Gregorio XVI, Pío IX y León XIII. Este último de dicó una Encíclica, Humanum Genus[3], en 1884, muy completa, donde descubre completamente el peligro y la maldad de la secta masónica.
[1] Corazones.org. CatholicNet. Descripción de la masonería y la postura de la Iglesia. https://es.catholic.net/op/articulos/1818/cat/19/masoneria.html#modal
[2] García Flores, G. Los masones: lobos con piel de oveja. CatholicNet. https://es.catholic.net/op/articulos/58729/los-masones-lobos-con-piel-de-oveja.html#modal
[3] León XIII. 20 de abril de 1884. Humanum Genus. https://es.catholic.net/op/articulos/2509/humanum-genus.html#modal