NOTICIA COMENTADA 605
El padre James Martin desaconseja a los cristianos seguir en todo las epístolas de San Pablo. INFOVATICANA. Por Carlos Esteban. 24abr23. https://infovaticana.com/2023/04/24/el-padre-james-martin-desaconseja-a-los-cristianos-seguir-en-todo-las-epistolas-de-san-pablo/
Resumen:
Para el jesuita y asesor vaticano James Martin parece haber un solo tema: todo lo que tenga que ver con el lobby LGTBI. Por eso en su nueva guía advierte que los cristianos no tienen que hacer todo lo que se manda en la Biblia, especialmente en las epístolas de San Pablo.
Martin llega a afirmar que los cristianos "no deberían hacer todo lo que" la Biblia "manda" en su nueva "Guía de divulgación de la Biblia y la homosexualidad".

Intenta mostrar cómo una defensa explícita del comportamiento homosexual puede reconciliarse con el cristianismo en su "guía", citando a eruditos bíblicos que supuestamente ayudan a interpretar pasajes bíblicos sobre la homosexualidad. Sin embargo, el consejo de Martin y de los eruditos se reduce a esto: los cristianos pueden ignorar las prohibiciones bíblicas sobre el comportamiento homosexual.
Martin lamenta que tales versículos bíblicos "se usen contra las personas LGBTQ una y otra vez", y continúa advirtiendo que "una respuesta" a estos versículos "es verlos en su contexto histórico y recordar que incluso los cristianos devotos no deberían hacer todo que [el] Antiguo Testamento manda. Lo mismo para las Epístolas en el Nuevo Testamento."
Su rechazo selectivo de los pasajes de las Escrituras del Nuevo Testamento está en desacuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica (CCC), según el cual los autores de las Escrituras están inspirados por el Espíritu Santo, y por lo tanto, "debemos reconocer que los libros de las Escrituras firmemente, enseñad fielmente y sin error aquella verdad que Dios, por nuestra salvación, quiso ver confiada a las Sagradas Escrituras".
Desde luego, no debe
ser fácil reinterpretar a San Pablo en pasajes como este: "Por eso Dios los
entregó a pasiones degradantes. Sus mujeres cambiaron el coito natural por el
no natural, y de la misma manera también los hombres, dejando el coito natural
con las mujeres, se consumieron en pasión los unos por los otros. Los hombres
cometieron actos desvergonzados con los hombres y recibieron en sus propias
personas la debida pena por su error".
COMENTARIOS
La postura del padre James Martin sobre la homosexualidad está fuera de la Doctrina Cristiana y, podemos decir, también fuera de la iglesia. Un hereje es una persona, que siendo católica, niega una o varias de las verdades de la fe.
Sí aceptamos que las Sagradas Escrituras han sido reveladas por Dios, entonces no pueden cambiar. Porque, en palabras de San Pablo: "Jesucristo, el mismo que ayer, es hoy; y lo será por los siglos de los siglos". (Hb. 13, 8) y porque, si sus palabras cambian, entonces se duda de su perfección, porque, o la Revelación fue incompleta, o se equivocó en sus enseñanzas.
La religión católica tiene tres grandes apartados: el dogma, la moral y el culto. Por dogma[1] se entiende una verdad revelada por Dios y como tal, propuesta a la iglesia para nuestra creencia. Implica dos componentes necesarios para que una verdad sea considerada dogma; primero, que sea revelada por Dios; segunda que la Iglesia por su magisterio extraordinario u ordinario obligue a todos a creerla como tal. Y la autoría de Dios sobre las Sagradas Escrituras es dogma de fe. Y el jesuita Martin recomienda ignorarlas, al menos parcialmente. Todos sus libros aceptados como canónigos, han sido inspirados por el Espíritu Santo. Esto significa para un católico, que se debe de creer lo que afirman como algo dicho por Dios, a través de los hombres, pero siempre bajo su inspiración.
Si alguien dice que lo que dice que lo que está escrito en las sagradas escrituras no es verdad, está cayendo en la herejía porque niega la inspiración divina de las escrituras. El Magisterio de la Iglesia[2] sentencia:
Todos los libros que la Iglesia recibe como sagrados y canónicos, han sido escritos íntegramente, en todas sus partes, por dictado del Espíritu Santo, y tan lejos está que la divina inspiración pueda contener error alguno, que ella de suyo no sólo excluye todo error, sino que los excluye y rechaza tan necesariamente como necesario es que Dios, Verdad suprema, no sea autor de error alguno.
…Los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento... tienen a Dios por autor. Por ello, es absolutamente inútil alegar que […] a los escritores inspirados, se les hubiera podido deslizar alguna falsedad…
Hoy todas las religiones tienen sus dogmas y creer en ellos es un requisito para ser miembro o ser considerado adepto a esa religión. Si además consideramos que la Religión Católica no es una más entre las religiones, sino es la Religión revelada por Dios a los hombres, con el fin de redimirnos del pecado y mostrarnos el camino a la patria celestial, entonces, aceptar sus dogmas es algo esencial para el creyente.
La Moral es la parte más afectada por las sugestiones de Martin, porque la homosexualidad está condenada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Como ejemplos:
"No te acostarás con un hombre como si te acostaras con una mujer." (Levítico 18:22)
"Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame." (Levítico 20:13)

Por eso los entregó Dios a pasiones infames. Pues sus mismas mujeres invirtieron el uso natural, en el que es contrario a la naturaleza. Del mismo modo también los varones, desechando el uso natural de la hembra, se abrasaron en amores brutales de unos con otros, cometiendo torpezas nefandas, varones con varones, y recibiendo en sí mismos la paga merecida de su obcecación… Los cuales en medio de haber conocido la justicia de Dios, no echaron de ver que los que hacen tales cosas son dignos de muerte: y no sólo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen. (Ro. 1, 26-27 y 32)
¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No queráis cegaros: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avarientos, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los que viven de rapiña, han de poseer el reino de Dios. (1Co. 6, 9-10)
Desde la perspectiva filosófica, las cosas sólo pueden perfeccionarse de acuerdo a su propia naturaleza. Un manzano será más perfecto en cuanto que su tronco ramas y hojas estén fuertes y sanas, pero sobre todo, sí sus frutos abundantes, deliciosos y nutritivos.
Aplicando este principio al problema de la homosexualidad, tenemos que afirmar que el varón se perfecciona solamente como hombre, y la mujer alcanza su punto más virtuoso sí perfecciona como mujer. Entonces no puede ser que un hombre alcance la perfección, la virtud, desempeñando el rol de mujer, porque esa no es su naturaleza, y al contrario, la mujer no puede perfeccionarse como hombre.
En conclusión, las palabras del jesuita Martin no solo son heréticas, sino que pueden conducir a los fieles a la perdición de sus almas, a la condenación eterna.
[1] Rosana, Juan. S. J. Evolución de los dogmas. https://revistas.bibdigital.uccor.edu.ar/index.php/CF/article/view/4540/6390
[2] Denzinger, E. 1963. Magisterio de la Iglesia. León XIII. De los Estudios de la Sagrada Escritura. [De la Encíclica .Providentissimus Deus, de 18 de noviembre de 1893] D- 1951 y 1952.