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01.07.2023

AYUDAR A LAS JÓVENES FAMILIAS POR EL BIEN DE TODA LA SOCIEDAD. Japón destina 25.000 millones de dólares a revertir el descenso de la natalidad. INFOCATÓLICA. 17jun23. https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=46732

Resumen:

Japón registró en 2022 el número más bajo de nacimientos de su historia y el gobierno de ese país ha decidido que, por razones sociales y económicas, debe tomar medidas urgentes para hacer frente al descenso de la natalidad, comenzando por el apoyo financiero a las familias: 25.000 millones de dólares durante 3 años.

(UCANews/InfoCatólica) El gobierno japonés ha aprobado una serie de nuevas medidas, entre ellas un mayor apoyo financiero a las familias, destinadas a revertir el alarmante descenso de la natalidad en el país.

Las medidas encabezadas por el primer ministro Fumio Kishida asignarán un presupuesto anual de aproximadamente 3,5 billones de yenes (25.000 millones de dólares) durante tres años (2024-2027).

Kishida identificó la falta de ingresos adecuados entre la generación más joven como uno de los principales factores que contribuyen al descenso de la natalidad.

«Si no ponemos freno al rápido descenso de la natalidad y a la disminución de la población, la economía de nuestro país se contraerá y será difícil mantener nuestros sistemas de seguridad social, incluidas las comunidades locales, las pensiones, la atención médica y los cuidados de enfermería», declaró Kishida a los medios de comunicación el 13 de junio.

Japón registró en 2022 el número más bajo de nacimientos de su historia, con 799.728, lo que pone de manifiesto la necesidad imperiosa de tomar medidas para hacer frente al descenso de la natalidad.

Una de las principales razones del descenso de la natalidad en Japón es el aumento del número de personas solteras, atribuido a factores como la inestabilidad laboral y los bajos ingresos, según Haruka Sakamoto, miembro de la Fundación de Tokio para la Investigación Política.

Y el aumento de personas solteras no se debe principalmente a un cambio de valores, dijo Sakamoto durante una rueda de prensa en Tokio el 7 de junio. «La verdadera razón es que fueron víctimas de la 'generación de la edad de hielo (generación de la escasez de empleo)' y del estancamiento de las economías que le siguió, lo que les impidió casarse o tener hijos si querían», dijo citando datos de la investigación.

«La generación más joven no debe considerarse la causa del descenso de la natalidad, sino más bien las víctimas del estancamiento de la economía en la sociedad», afirmó.

La prestación por parto pasará de 420.000 a 500.000 yenes (unos 3.500 dólares). Además, los gastos de parto estarán cubiertos por el seguro médico público para proporcionar una mayor ayuda económica.

También se concederán ayudas mensuales por hijo de 15.000 yenes por cada hijo menor de tres años y por cada hijo desde los tres años hasta el bachillerato se recibirá 10.000 yenes al mes. Para las familias con un tercer hijo y siguientes, la ayuda mensual será de 30.000 yenes, desde el nacimiento hasta el bachillerato.

Además, se eliminarán las restricciones de ingresos familiares para recibir ayudas públicas a la crianza de los hijos, lo que garantizará un acceso más amplio a las ayudas económicas.

Coincidió con el Primer ministro en que la falta de ingresos suficientes entre la generación más joven sigue siendo una de las principales razones del descenso de la natalidad en el país. «Más que proporcionar dinero, creo que es necesario cambiar fundamentalmente el hecho de que los salarios en Japón han permanecido estancados durante mucho tiempo», dijo.

COMENTARIOS 


¿Nos hemos puesto a pensar por qué Dios creador, cuando hizo al hombre a su imagen y semejanza, después de darle su bendición les dijo: "Creced y multiplicaos, y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella, y dominad a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a todos los animales que se mueven sobre la tierra" (Gen 1, 27-28)?

Sin conocer a fondo los planes divinos podemos asegurar que Dios quería compartir su gloria con el hombre y llenar el cielo de almas santas, que, entre otras cosas, reemplazarán a las perdidas de los ángeles rebeldes.

Pero el lugar de agradecer a su Creador esta bondad infinita, parece que el hombre se ha puesto del lado de Lucifer.

Los que nacimos después de la Segunda Guerra Mundial hemos crecido bajo la amenaza dictada por los maltusianos (entre otros, el Population Council fundado por Rockefeller, aliado de la ONU y la OMS) de que ya somos muchos habitantes en la planeta y que llegará el día en que ya no habrá alimento para cubrir las necesidades de la población. Entonces se produciría una crisis de enormes dimensiones. Según el propio Malthus, esta crisis llegaría en 1880.

Esto ha resultado una mentira. En el año de 1900 la población mundial[1] rondaba en 1.26 miles de millones de habitantes. Ahora somos un poco más de 8 mil millones, y la producción de alimentos rebasa las necesidades de consumo de la población. Aún más, el desperdicio de alimentos es de alrededor de un tercio de lo producido, según la FAO[2], órgano oficial de la ONU en cuestión de alimentos y agricultura. Es cierto que en muchos países sufren de hambre, pero no es por ausencia de la producción, sino por una inadecuada distribución, donde los países ricos se ven favorecidos.

El problema, ya extendido en buena parte del mundo, es que se está produciendo un desequilibrio poblacional donde aumentan los ancianos y disminuyen los niños y los jóvenes, con los inconvenientes implícitos de cómo atender a la población anciana, cada vez mayor, cuando cada vez son menos los jóvenes y adultos que producen y pagan impuestos.

Para poder sostener una estabilidad poblacional se requiere una "tasa de reemplazo" que, según los autores, oscila entre 2.1 y 2.2. Esto es, que cada mujer en edad reproductiva, debiera tener dos o más hijos. Pero esta cifra ya no se alcanza en la mayoría de los países europeos y de otros continentes. Países como Japón o Corea del Sur no alcanzan siquiera el 1.5. Si no hacen algo realmente efectivo para aumentar su población, en pocos años veremos cómo sus poderíos económicos se derrumbarán y serán víctimas de países más poderosos.


En el 2014 una investigadora española apuntaba: "A pesar de las medidas, ya hay 70 países en el mundo por debajo del reemplazo generacional. La tasa de fertilidad, o número de hijos por mujer, no puede ser inferior a 2,1 para que la población de un país, sin inmigrantes, no descienda. En estos 70 países vive la mitad de la población mundial. De entre ellos, Japón, las dos Coreas, Hong Kong, Taiwán, Italia, Rusia y nuestra querida España son los países con las tasas de natalidad más bajas del mundo"[3].

La situación en México tampoco es halagüeña. La información del Censo de Población y Vivienda 2020 de México[4] muestra que, por primera vez, el nivel de fecundidad del país se encuentra bajo el de reemplazo poblacional, con una Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 1.9 hijos por mujer.

En el caso concreto de Japón, país al que se refiere la noticia, su tasa de remplazo es alrededor de 1.3[5].

Los problemas de fondo con la baja natalidad, podemos sintetizarlos:

  • Rebeldía contra los mandatos del Creador y desconfianza en su Providencia. El hombre es la creatura favorita de Dios. Él prometió su providencia: "Mirad las aves del cielo, cómo no siembran, ni siegan, ni tienen graneros: y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿Pues no valéis vosotros mucho más, sin comparación, que ellas?" (Mt. 6, 27)
  • La inteligencia con la que Dios dotó al hombre le permite resolver los problemas que se le van presentando. Los métodos de producción de alimentos cada día son más eficientes. Pero la avaricia del hombre le impide compartir lo que a todos pertenece. El mismo Mahatma Gandhi, que vivió en el segundo de los países más poblados del mundo: «En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos».
  • La soberbia, el deseo de poder y riqueza del hombre, lo hacen su peor enemigo. Pareciera que los "nuevos amos del mundo" quieren subyugar a los pueblos por medio del hambre y el asesinato. Y recurren a las antiguas prácticas de los faraones y otros reyes de la antigüedad, de matar a los hijos de los esclavos, cuando se veían rebasados en número o cuando temían rebeliones, como el caso de Moisés en Egipto, o el asesinato de los niños inocentes en Jerusalén.


[1] Fondo de Población de las Naciones Unidas. https://www.unetxea.org/ext/futuros/es/theme_c/mod13/uncom13t01s02.htm

[2] FAO. 2023. Plataforma técnica sobre la medición y la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos. https://www.fao.org/platform-food-loss-waste/es

[3] Chinchilla, N. 27 de febrero de 2014. ¿Tenemos futuro? Reemplazo generacional: he ahí la cuestión. https://blog.iese.edu/nuriachinchilla/2014/02/reemplazo-generacional-he-ahi-la-cuestion/#:~:text=A%20pesar%20de%20las%20medidas,mitad%20de%20la%20poblaci%C3%B3n%20mundial.

[4] Gayet, C. I. y Juárez, F. Enero de 2023. Nuevo escenario de baja fecundidad en México a partir de información censal. INEGI. En Edición: Vol.12, Núm. 3 por https://rde.inegi.org.mx/index.php/2022/01/03/nuevo-escenario-de-baja-fecundidad-en-mexico-a-partir-de-informacion-censal/

[5] Prensa Latina. Tasa de fecundidad en Japón cae por sexto año consecutivo. https://www.prensa-latina.cu/2022/06/03/tasa-de-fecundidad-en-japon-cae-por-sexto-ano-consecutivo. 


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