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NOTICIA COMENTADA 639

06.09.2023

Sínodo sobre la sinodalidad. El cardenal Burke advierte: "La confusión, los errores y las divisiones golpearán aún más a la Iglesia". DUC IN ALTUM. Por Julio Gomes. 24ago23. https://www.aldomariavalli.it/2023/08/24/sinodo-sulla-sinodalita-il-cardinale-burke-avverte-confusione-errori-e-divisioni-si-abbatteranno-ancora-di-piu-sulla-chiesa/

Resumen:

El Cardenal Burke advierte: El próximo Sínodo sobre la Sinodalidad es "una revolución" en marcha "para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado".

En el prefacio del nuevo libro Proceso sinodal: una caja de Pandora. Cien preguntas y cien respuestas [Duc in altum lo trata aquí], el cardenal Raymond Burke observa que la "sinodalidad", destinada a redefinir el catolicismo, "no tiene historia en la doctrina de la Iglesia" y "no tiene una definición razonable".

Lamentando el "claro y grave daño" que el proceso sinodal "está infligiendo al Cuerpo Místico de Cristo", Burke advierte a los católicos que el modelo sinodal, que ya está sembrando confusión, error y cisma en Alemania, será replicado en la Iglesia universal.

Ureta y Loredo advierten que el proyecto sinodal del Papa Francisco es un proceso "revolucionario" que "reaviva viejas herejías reiteradamente condenadas por el Magisterio" y corre "el peligro inminente de construir una Iglesia nueva, diferente a la católica tal como ha existido siempre".

Los autores subrayan: "Para un observador atento, este panorama adquiere tonos apocalípticos. Se está llevando a cabo una maniobra para derribar la Santa Madre Iglesia, suprimiendo los elementos básicos de su constitución orgánica y de su doctrina, haciéndola irreconocible".

En forma de catecismo de cien preguntas y respuestas, los autores explican cómo los cambios propuestos son "tan radicales que los documentos sinodales hablan de 'conversión', como si la Iglesia estuviera en el camino equivocado y necesitara hacer un cambio radical".

Sobre el pecado mortal de la sodomía, Ureta y Loredo señalan que algunos padres sinodales están "buscando lagunas para legitimar canónicamente las uniones homosexuales" y "abrirles todos los sacramentos, incluido el matrimonio"."Casi todos los documentos que concluyen las etapas continentales del camino sinodal (Síntesis Continentales) mencionan explícitamente la necesidad de incluir a las personas LGBT" y "dicen explícitamente que se ha prestado especial atención a la consulta de las 'minorías marginadas'".

El cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del Sínodo "declaró que la doctrina de la Iglesia sobre las relaciones homosexuales es 'falsa' y, por tanto, debe ser modificada porque 'el fundamento sociológico-científico de esta enseñanza ya no es correcto'".

Además, algunos obispos franceses han pedido al Papa Francisco que elimine del Catecismo de la Iglesia Católica la descripción de los actos homosexuales como "intrínsecamente desordenados" y "contrarios al derecho natural" y han creado una comisión para estudiar la reformulación de la doctrina sobre este tema.

El libro perfila el espectro de un sínodo que aprobará diaconisas e incluso sacerdotisas, señalando cómo el propio Papa Francisco "ha estipulado que hasta el 25 por ciento de los asistentes al sínodo serán laicos, hombres y mujeres, todos con los mismos derechos de voto que los obispos".

Incluso si el proceso sinodal aprueba sólo unas pocas propuestas, "los cambios en la Iglesia católica serían tales que uno podría preguntarse legítimamente si todavía se parecerá a la Santa Iglesia Católica y Apostólica Romana fundada por Nuestro Señor Jesucristo".

Entre otros cambios, el Sínodo también busca poner fin al celibato obligatorio para los sacerdotes e incluir a "minorías marginadas" como "divorciados vueltos a casar, padres solteros, personas que viven en un matrimonio polígamo, personas LGBTQ, etc."

Al explicar la metodología sinodal, el libro muestra cómo la jerarquía "permite que la tensión entre tesis y antítesis crezca hasta alcanzar una síntesis consensuada".

El espíritu sinodal "se inspira en antiguos errores y herejías", como la "corriente conciliarista" humanista que surgió ya en el siglo XV y que "buscaba reducir el poder jerárquico del Papa en favor de una asamblea conciliar".

En tal escenario, el Papa, reducido a primus inter pares (primero entre iguales), estaría obligado a someterse a las decisiones del sínodo alcanzadas mediante un voto democrático y mayoritario de sus participantes.

El mito de Pandora tiene su origen en los escritos del poeta griego Hesíodo. Antes de dejar a Pandora en la tierra, el dios griego Zeus le entregó un hermoso jarrón y le dijo: "Este es mi regalo especial para ti. Nunca lo abras." Sin embargo, la curiosidad de Pandora pudo más: abrió el cofre y salió todo lo que afligiría a la humanidad para siempre: problemas, desgracias, dolor, enfermedades, vicio, violencia, codicia, locura, vejez, muerte.

COMENTARIOS 


El texto de esta nota sirve como introducción los temas básicos que se desean comentar. En lugar del comentario habitual, dejamos la palabra a José Antonio Ureta y Julio Loredo, quienes explican en 100 preguntas con sus respuestas el peligro que representa para la Iglesia Católica, este sínodo llamado de Sinodalidad. El libro está prolongado por el cardenal Raymond Leo Burke.

Debido al estilo de esta página, solamente incluimos algunas preguntas con sus respuestas, pero recomendamos revisar el texto completo que se encuentra en: https://synod2023.info/books/%5BES%5D%20El%20proceso%20sinodal%20-%20Una%20caja%20de%20Pandora.pdf

1. ¿Qué es el Sínodo de los Obispos?

El Sínodo de los Obispos es un organismo permanente de la Iglesia Católica, externo a la Curia Romana, que representa al episcopado. Fue creado por Paulo VI, a través del Motu Proprio Apostolica sollicitudo, el 15 de setiembre de 1965.

El Sínodo es convocado por el Papa, que le fija la temática, y puede reunirse bajo tres formas: Asamblea general ordinaria para asuntos relacionados con el bien de la Iglesia universal; Asamblea general extraordinaria para cuestiones urgentes; y Asamblea especial para temas concernientes a una o más regiones. Tiene una función meramente consultiva, pero puede gozar de función deliberativa cuando el Papa se lo concede.

[El problema es si Francisco la designe como deliberativa, donde el sínodo toma decisiones. Pero, aunque no sea deliberativo, Francisco puede incluir las desviaciones doctrinales -herejías- en las conclusiones][1]

2. ¿Las conclusiones de un Sínodo son de suyo vinculantes? [Válidas y obligatorias]

No. En el pasado, el Documento Final de un Sínodo de los Obispos no tenía valor magisterial, pues su rol era de dar sugerencias al Sumo Pontífice. El Papa recogía las ideas del Sínodo y publicaba una Exhortación apostólica postsinodal, la cual proponía, con modificaciones a veces importantes, las conclusiones del Sínodo a toda la Iglesia. Este documento del Papa constituía Magisterio. Después de las reformas introducidas por el P. Francisco en 2015, el Documento Final pasa directamente a hacer parte del Magisterio ordinario si es aprobado expresamente por el Pontífice. Y si el Papa concede previamente al Sínodo potestad deliberativa, el Documento Final participa del Magisterio ordinario una vez ratificado y promulgado por el Papa.

[Aquí está la trampa. Si el sínodo es deliberativo, las conclusiones sobre el celibato sacerdotal, sacerdocio femenino, matrimonio homosexual, etc., podrían ser acepados como doctrina de la iglesia]

3. ¿Pueden un Sínodo de los Obispos, o un Papa, cambiar la doctrina o las estructuras de la Iglesia Católica?

No. Ni el Papa, ni el Sínodo de los Obispos, ni cualquier otra instancia eclesiástica o seglar, tiene autoridad para cambiar la doctrina o la estructura de la Iglesia, las cuales fueron fijadas y confiadas en depósito por su divino Fundador. Enseña el Concilio Vaticano I: "La doctrina de la fe que Dios ha revelado es propuesta no como un descubrimiento filosófico que puede ser perfeccionado por la inteligencia humana, sino como un depósito divino confiado a la esposa de Cristo para ser fielmente protegido e infaliblemente promulgado. De ahí que también hay que mantener siempre el sentido de los dogmas sagrados que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, y no se debe nunca abandonar bajo el pretexto o en nombre de un entendimiento más profundo".

Acota la Congregación para la Doctrina de la Fe: "El Romano Pontífice, como todos los fieles, está subordinado a la Palabra de Dios, a la fe católica. (…) No decide según su arbitrio, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en la Escritura vivida e interpretada por la Tradición; en otras palabras, la episkopé del Primado tiene los límites que proceden de la ley divina y de la inviolable constitución divina de la Iglesia contenida en la Revelación".

[En este punto está una gran contradicción: NO se puede cambiar la doctrina de la Iglesia, pero el Sínodo o Francisco pueden decir que SI, atribuyendo las novedades a una falsa "inspiración" del Espíritu Santo. Recordemos que la verdad no está sujeta a la democracia y, como dijo San Pío X, "lo bueno es bueno aunque nadie lo haga; lo malo es malo aunque todos lo hagan.]

7. ¿Este Sínodo desea llegar a ciertas conclusiones, o iniciar un proceso?

A diferencia de los otros Sínodos generales, este Sínodo sobre la sinodalidad no pretende discutir cuestiones doctrinales o pastorales, para luego llegar a ciertas conclusiones, sino emprender un proceso de reforma de la Iglesia, abrir un camino. El Documento Preparatorio propone emprender "un proceso eclesial participado e inclusivo". Más que de un Sínodo, deberíamos, pues, hablar de un "camino sinodal". En el Documento Preparatorio del Sínodo, que analizaremos más adelante, el término "proceso" se uti1iza nada menos que veintitrés veces, junto con sinónimos como "camino", "itinerario", "ruta", etc.

El mismo cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del Sínodo, declaró: "Tenemos que hablar sobre el proceso, si no [el Sínodo] se convertirá en una guerra de conceptos". La propia Secretaría General del Sínodo, en un comunicado de prensa, afirmó que "la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos asumirá también una dimensión procesal, configurándose como 'un viaje dentro de un viaje'".

[Dicen que no se discutirán cuestiones doctrinales o pastorales, pero es falso. Basta con ver el "Instrimentum Laboris"[2] distribuido por el Vaticano, donde se incluyen temas ya dictaminados por el Magisterio de la Iglesia. Por otra parte, si se instala como un proceso, se corre el riesgo relativizar la Doctrina de la Iglesia]

[En pocas palabras, se quiere cambiar la Iglesia fundada por N. S. Jesucristo por otra diferente, con el pretexto de "modernizarla" (modernismo condenado por San Pío X, quien lo definió como "la suma de todas las herejías"); es decir, destruir lo que queda de la Iglesia Católica.]


[1] Lo que aparece entre corcheas […] es nuestro, no del documento consultado.

[2] https://www.synod.va/content/dam/synod/common/phases/universal-stage/il/PAGINATED_SPA_INTRUMENTUM-LABORIS-A4.pdf 


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