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"La física sin Dios es un absurdo", concluye un prestigioso astrónomo alemán. INFOVATICANA. Por Carlos Esteban. 07dic23. https://infovaticana.com/2023/12/07/la-fisica-sin-dios-es-un-absurdo-concluye-un-prestigioso- astronomo-aleman/
"La física sin Dios es un absurdo", concluye un prestigioso astrónomo alemán. INFOVATICANA. Por Carlos Esteban. 07dic23. https://infovaticana.com/2023/12/07/la-fisica-sin-dios-es-un-absurdo-concluye-un-prestigioso- astronomo-aleman/
Resumen:
Heino Falcke, que se hizo famoso en el mundo de la astronomía en 2019 por la primera imagen de un agujero negro, defiende que "los filósofos y los teólogos deben atreverse a acercarse más a la física y viceversa».
La idea de que «las ciencias naturales y la física no tienen nada que ver con la fe o la teología es un absurdo de nuestros días" para el prestigioso astrónomo alemán Heino Falcke, profesor de la Universidad Radboud de Nijmegen, Países Bajos, y así lo afirmó en una entrevista concedida al periódico Der Standard». Para Falcke, "la física sin Dios no es posible".
Según Falcke, muchos de los grandes físicos en los que se basan nuestros hallazgos actuales han sido personas profundamente religiosas.
«Si un físico, que describe naturalmente las cosas materiales no piensa
más allá de eso, no piensa en el significado de su trabajo en un contexto Heino Falcke, astrofísico
filosófico-teológico, se está autolimitando». Según Falcke, es necesario
"hablar de Dios como origen de todo" con naturalidad en el mundo académico, con independencia de las creencias personales. Por eso querría que "los filósofos y los teólogos se atrevan a acercarse más a la física y viceversa".
Falcke, que nació en Colonia en 1966, se hizo conocido por un público más amplio gracias a sus investigaciones sobre los agujeros negros, sobre los que escribió varios libros; entre otros "Luz en la oscuridad – Los agujeros negros, el universo y nosotros". También causó sensación con la primera imagen de un agujero negro, que apareció en muchas portadas de todo el mundo en abril de 2019. Recibió diversos premios. Recientemente fue honrado con el prestigioso Premio Balzan que honra a científicos destacados en humanidades y ciencias naturales. En 2018, un asteroide recibió su nombre: (12654) Heinofalcke.
COMENTARIOS
Necesariamente están vinculadas la ciencia física con la idea de Dios; o mejor dicho, con Dios mismo. Los actuales descubrimientos a través del telescopio James Web están poniendo fin a varias de las teorías sobre el origen del universo y cómo es que se formaron las galaxias, los sistemas, y desde luego los planetas. Sucede qué buena parte de lo que consideraban científico hasta este momento, está siendo rebatido, empezando por la teoría del Big Bang. Según esta teoría todo era caos y el universo empezó con una gran explosión. A partir de este suceso empiezan a contar el tiempo y el espacio, que en términos científicos, se confunden, puesto que las distancias en el espacio se mide en tiempo, en años luz. Y a partir de allí se produciría una expansión del universo. Esperaban encontrar en los "límites" del universo, caos, en forma de nubes de polvo y algunos otros elementos indeterminados, con característica amorfas. Luego, en cuanto los elementos se alejaban de la Gran Explosión, se irían encontrando galaxias bien formadas, con sus sistemas de estrellas y planetas. Entre más alejadas, más completas, terminadas, mezclando con el origen del universo, en el nivel macro, la teoría de la evolución.
Pero ¡oh sorpresa! En los espacios más alejados del universo ya se encuentras galaxias bien formadas, sistemas completos,
¡lo mismo que en las galaxias más cercanas! Esta teoría resultó estar equivocada.
No es posible explicar el universo, su origen y su fin, haciendo a un lado la idea de Dios Creador, tal como lo sostiene Heino Falcke, este prestigioso astrofísico. Veamos algunas razones:
1. La física (y la astrofísica) inician su trabajo a partir de la materia, el tiempo y la energía y creados. No puede, ni podrá explicar cómo es que apareció esa materia. La física trabaja con lo ya existente; está imposibilitada para explicar lo que está más allá de la física, o dicho de otro modo, la Metafísica. Negar que hay Algo o Alguien que está detrás de la creación del universo, es iniciar el estudio de esta ciencia (y todas las ciencias) sin un soporte racional que explique la materia, la energía, el tiempo y el espacio y sus fines
En el estudio de nuestro cosmos requerimos necesariamente la existencia de una causa eficiente, que no puede ser otra que Dios. Por eso es que este gran astrofísico afirma la existencia de Dios, y racionalmente, considera su necesidad.
2. Hay en el universo una serie de leyes que lo rigen, leyes complejas, que el hombre ha ido descubriendo, explicando, y muchas que por ahora no hemos descubierto. Muy importante: el hombre no las inventa, solo las descubre. Esto implica que tiene que haber Algo o Alguien que las ha establecido para que el universo funcione como un inmenso y complicado sistema. Y no pueden ser producto de una Gran Explosión, pues ésta originaría solo caos. El Creador ha puesto un orden en el cosmos que le permite funcionar con toda su grandeza. Y estas leyes funcionan tanto en el universo, como en nuestro planeta, y en el mismo hombre.
Trabajando sobre estas leyes es que el hombre ha podido desarrollar todos los avances científicos y tecnológicos, pero también está causando serios problemas, cuando estas leyes se violan o se exceden, que pueden llevarnos a la destrucción de la humanidad. Solo unos ejemplos: armas nucleares o biológicas, la muerte sistemática de nuestros semejantes mediante el aborto o eutanasia, las relaciones antinaturales en lo que debería ser el matrimonio, la manipulación genética, etc. Todo lo contrario a las leyes que Dios creó para el cosmos, la naturaleza y el hombre. Lo que Dios ha hecho, lo ha hecho bien. Cuando el hombre ha intentado alterar estas leyes, ha pagado caro.
· La creación del universo no es una casualidad. Entonces tiene que haber un fin para el que fue hecho. La Inteligencia Divina tiene todas las respuestas sobre este punto. Nosotros sólo tenemos lo que Dios nos ha revelado por medio de las Sagradas Escrituras: Dios ha creado el mundo, este mundo, para nosotros, para el hombre. "Crió, pues, Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios le crió, los crió varón y hembra. Y echóles Dios su bendición, y dijo: Creced y multiplicaos, y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella, y dominad a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a todos los animales que se mueven sobre la tierra…" (Gn. 1, 27-28)
Desafortunadamente la soberbia, la avaricia, la envidia y todos los demás pecados, siguen destrozado la armonía dotada al mundo por Dios. Y ahora unos pocos quieren gobernar y esclavizar a la gran mayoría, negándoles lo que Dios creó para todos.
4. Mucho se habla de la existencia de seres inteligentes de otros mundos. No lo sabemos. Los planes de Dios son incomprensibles para el hombre. Y los que Dios ha querido que conociéramos, ya nos los ha comunicado mediante la Revelación. Pero lo que sí sabemos es que la existencia del hombre y la vida en general en este planeta no es accidental. Tuvieron que darse miles de coincidencias en esta Tierra que hacen difícil la existencia de otros seres en otros mundos. Solo algunos ejemplos: un sol como el nuestro, una distancia determinada de la tierra al sol, la existencia de la luna también a una distancia conveniente, los campos magnéticos, la atmósfera, el agua, la rotación del planeta, las estaciones, etc. Si un solo elemento de este complejo sistema faltara, la vida sería imposible en nuestro planeta.
Pero hay algo más. Una vez que Dios nos ha creado, nos ha dado inteligencia y voluntad; inteligencia para conocer la verdad, voluntad para hacer el bien. Y nos regaló una serie de gracias especiales, que desafortunadamente nuestros primeros padres perdieron por la desobediencia original.
Este Creador debe ser muy bueno y amarnos demasiado, porque en el transcurso del tiempo nos envió a un Redentor, nada menos que a su Hijo, para enseñarnos cómo recuperar la amistad perdida y poder ganar el cielo.
La física y las demás ciencias no se pueden explicar sin la existencia del Creador y sus leyes universales. Creer que el hombre es el gran inventor, el hacedor, el dueño del planeta, no solo es una ilusión, sino convierten al hombre en un gran impostor, que quiere patentar a su nombre lo que Dios ha hecho.