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Homicidios en la única parroquia católica de Gaza. INFOCATÓLICA. Por Javier Olivera Ravasi. 16dic23. https://www.infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/2312160813-homicidios-en-la-unica-parroq
Resumen:
Alrededor del mediodía de hoy, 16 de diciembre de 2023, un francotirador de las IDF asesinó a dos mujeres cristianas dentro de la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, donde la mayoría de las familias cristianas se han refugiado desde el inicio de la guerra. Nahida y su hija Samar fueron asesinadas a tiros mientras caminaban hacia el Convento de las Hermanas. Una murió mientras intentaba llevar a la otra a un lugar seguro. Siete personas más recibieron disparos y resultaron heridas mientras intentaban proteger a otros dentro del recinto de la iglesia. No se dio ninguna advertencia, no se proporcionó ninguna notificación. Fueron fusilados a sangre fría
dentro del local de la Parroquia, donde no hay Patriarcado Latino de Jerusalén. Oficina de Comunicación.
beligerantes.
Temprano en la mañana, un cohete disparado desde un tanque de las IDF tuvo como objetivo el Convento de las Hermanas de la Madre Teresa (Misioneras de la Caridad). El convento alberga a más de 54 personas discapacitadas y forma parte del recinto de la iglesia, que fue designado como lugar de culto desde el comienzo de la guerra. El generador del edificio (única fuente de electricidad) y los recursos de combustible quedaron destruidos. La casa resultó dañada por la explosión y el incendio resultante. Dos cohetes más, disparados por un tanque de las FDI, apuntaron al mismo convento y dejaron la casa inhabitable. Las 54 personas discapacitadas se encuentran actualmente desplazadas y sin acceso a los respiradores que algunos de ellos necesitan para sobrevivir.
Además, como consecuencia de los intensos bombardeos en la zona, anoche tres personas resultaron heridas en el interior del recinto de la iglesia. También fueron destruidos paneles solares y tanques de agua, indispensables para la supervivencia de la comunidad.
Juntos en oración con toda la comunidad cristiana, expresamos nuestra cercanía y condolencias a las familias afectadas por esta tragedia sin sentido. Al mismo tiempo, no podemos dejar de expresar que no entendemos cómo se pudo llevar a cabo tal ataque, más aún cuando toda la Iglesia se prepara para la Navidad.
El Patriarcado Latino de Jerusalén sigue con gran preocupación esta evolución de la situación y proporcionará información adicional según sea necesario.
COMENTARIOS
Parece contradictorio que en una religión donde se predica el perdón y el amor al prójimo, tengamos que recurrir a un concepto ya discutido por la iglesia y dictaminado, para poder interpretar los hechos, denominado la "guerra justa". Una guerra es justa, en primer lugar, cuando es decretada por la legítima autoridad; en segundo lugar, debe obedecer a una causa justa y grave; y en tercer lugar, debe ser necesaria como último recurso, después de agotar los reclamos pacíficos.
Derivados de estos mismos principios, hay que enunciar algunas características más; deben respetarse las prescripciones de la ley natural y los compromisos del Derecho Internacional; además de que el daño infringido al oponente debe ser proporcional al recibido.
Pero, de ninguna manera se puede considerar como legítimo el asesinato
de inocentes, el uso del dolo y la mentira, así como el asesinato. Además. no se puede tolerar la falta a los
acuerdos que se hayan logrado, así como el respeto a los derechos de quienes son capturados y tenidos como prisioneros;
ni tampoco apoderarse de los bienes que pertenecen legítimamente al otro.
Es cierto que en la guerra entre Israel y los palestinos residentes en la Franja de Gaza fue en principio, aparentemente, causada por los propios palestinos, por un ataque al pueblo de Israel. Decimos aparentemente, porque Israel dio todas las facilidades para que se produjera ese ataque. Pareciera que estaba buscando un pretexto para invadir la Franja de Gaza.
Independientemente de si Israel permitió o no el ataque de Hamás, es indiscutible que un país tiene derecho a defenderse, pero sólo dentro de las medidas que establece el Derecho Internacional y la Guerra Justa, y no contra civiles indefensos. La respuesta de Israel fue totalmente desproporcionada a la agresión recibida por Hamás
(organización terrorista radicada en el pueblo palestino). Pero eso no justifica una acción, no solo desmedida, sino prácticamente genocida contra la población de Gaza.
Nada nuevo, en la manera de proceder de Israel, siempre que recibe una ofensa, responde de manera desmesurada. Lo que es evidente es que cada guerra entre estos dos contendientes termina con la anexión de territorios de los palestinos al Estado de Israel, con la instalación de nuevos colonos y destacamentos del ejército israelí, para proteger la región tomada. Siempre es el mismo procedimiento; reciben o provocan un ataque de un grupo terrorista, como Hamás para luego apoderarse de más terrenos de la de desprotegida Franja de Gaza.
Pero hay un motivo más para exterminar o al menos expulsar, a los palestinos de Gaza: se han encontrado enormes yacimientos de gas en la región, e Israel quiere hacerlos suyos, apoyados por los Estados Unidos.
Pero en esta ocasión el asunto se ha salido de cualquier hecho precedente; parece que se trata de un proceso de exterminio de los residentes de Gaza, y de la aniquilación de poblaciones civiles: hombres, mujeres o niños.
En el caso concreto que cita este artículo, estamos hablando de un único templo católico que aún persiste o persistía en la Franja de Gaza. Los asesinatos cometidos por el ejército israelí, sólo pueden ser catalogados como asesinatos. No se trata de una bomba o misil que explota en un sitio resguardado por las fuerzas de Hamás, que de manera colateral daña a la población civil. Se trata de un asesinato premeditado, en el que un francotirador alcanza a ver perfectamente a las personas a las que va a asesinar: dos mujeres cristianas que tratan de refugiarse en el templo. No llevaban armas, no protegían a ningún terrorista, ni representaban el mínimo peligro para el ejército o el pueblo israelí. Se trataba de dos mujeres civiles, desarmadas, que intentaban refugiarse en el templo. Y aun así las asesinaron.
Pero, aunque en esta ocasión se habla de dos católicas, cosa que nos atañe a nosotros los católicos, esto mismo sucede a diario con niños, mujeres, ancianos y hombres libaneses, que ni tienen conexión con Hamás, ni representan ningún peligro para la nación israelí.
Es un crimen de lesa humanidad por la cual por el cual deberán de pagar ante Dios y si es posible ante los hombres. Y por parte de las dos mujeres cristianas solamente podemos pensar que se encuentran ya en el cielo, y que son víctimas de los nuevos Herodes israelitas.