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Una receta para un plato especial: el matrimonio cristiano. Católico. STILUM CURIAE. Por Catholicus. 30dic23. https://www.marcotosatti.com/2023/12/30/una-ricetta-per-un-piatto-speciale-il-matrimonio-cristiano-catholicus/
Resumen:
Desde hace tiempo se habla mucho de la decisión de los líderes vaticanos (Bergoglio y Fernández) respecto a la bendición de las parejas irregulares y del mismo sexo. La polémica se extiende imparable y ya numerosas conferencias episcopales, en África y en Europa del Este, se han desvinculado de la iniciativa pontificia, prohibiendo a sus sacerdotes obedecer el documento pontificio "Fiducia Supplicans".
Inspirémonos, pues, en esta "disputa" para formular algunas consideraciones sobre el tema de la vida en pareja, concretamente sobre la vida matrimonial, algunos consejos útiles para garantizar una larga y saludable duración de la vida matrimonial. Una vez recuperados de las abundantes libaciones navideñas, decidimos elegir una metáfora agradable, recomendando una receta ideal para una vida matrimonial sana, del mismo modo que se ofrecen buenas recetas para una alimentación saludable (¿no estamos hablando, en realidad, de un matrimonio consumado?).
Así que aquí estamos listos para lo que se necesita:
…y el matrimonio "como Dios manda".
" Al principio de la creación Dios los creó varón y hembra; por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y los dos serán una sola carne. Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, nadie separe lo que Dios ha unido". Mc, 10, 6-9
Hombre, mujer y Dios, así se definía el matrimonio en una antigua publicación de ejercicios prematrimoniales, destinados a concienciar a los novios de entrar en una relación estable y duradera, basada en el respeto mutuo, abierta al don de la vida.
Siguiendo con la metáfora convivencial, es fundamental la elección de los ingredientes para asegurar el éxito del emprendimiento y evitar el fracaso de la unión conyugal, siempre dolorosa y llena de incógnitas.
Por lo tanto, preparar la receta de boda adecuada requiere tiempo y una reflexión adecuada, siguiendo el ejemplo de los grandes chefs, que buscan constantemente nuevas recetas
culinarias, destinadas a asegurar su fama y celebridad El matrimonio católico
eternas. La elección de los ingredientes es crucial para ello,
con el fin de garantizar que el matrimonio tenga una larga duración y una perfecta armonía, a pesar de los altibajos de la vida matrimonial.
Aquí tienes los ingredientes de esta receta ganadora:
– cariño y respeto, estas son las dos patas sobre las que se sostiene el matrimonio, para atravesar ilesos las inevitables tormentas de la vida.
Si falta el primero, los cónyuges quedan reducidos al mismo estatus que los compañeros de oficina, donde cada uno debe respetar al otro (más aún si es superior, gerente de oficina o director, por ejemplo), incluso si no comparte las ideas, los proyectos, los ideales.
Si falta el segundo, la relación se vuelve fácilmente conflictiva y estresante y puede conducir al fracaso de la unión conyugal. Sin embargo, estos dos ingredientes no son suficientes, para completar la receta en cuestión debemos añadir ahora los condimentos, aromatizantes o potenciadores del sabor necesarios:
- generosidad, gratuidad y reciprocidad.
- Generosidad: la relación conyugal, basada en los componentes de afecto y respeto, debe ser generosa, es decir, no establecida por razones de cálculo; en siglos pasados, los matrimonios concertados por terceros, por alianzas políticas o motivos dinásticos entre señores o casas reales, rara vez pasaban de frías ceremonias; hoy en día, una vez archivadas las razones políticas y dinásticas, el cálculo podría ser de origen exclusivamente económico;
- Gratuidad: " habéis recibido gratuitamente, dad gratuitamente " (Mt 10,8), esta exhortación evangélica no se adapta más a ninguna otra relación humana que a la relación conyugal; el afecto conyugal no puede de ninguna manera considerarse deber por el otro cónyuge, como contraprestación por el propio afecto, la relación conyugal no puede establecerse en términos mercantilistas y mucho menos avalar el comportamiento de los llamados "cazadores de oro", cuyos matrimonios a menudo están condenados al fracaso;
- Reciprocidad: el cariño y el respeto si no son recíprocos, además de generosos y libres, no sirven para asegurar la serenidad y la duración del grupo familiar, tarde o temprano la relación se verá socavada por el resentimiento, la susceptibilidad, el espíritu de venganza, el rencor, venganza por parte del sujeto cuyos sentimientos no son correspondidos, y luego tendrá una corta duración.
Así que aquí está la receta ganadora para una larga vida matrimonial libre de nubes y tormentas: cariño y respeto, aromatizados con generosidad, generosidad y reciprocidad, todo bien mezclado y agitado, como un cóctel exitoso. Si luego todo se pone bajo la protección y bendición del Señor y de Su, y por Su gracia también la nuestra, Santísima Madre, la Santísima Siempre Virgen María, entonces el éxito está garantizado... y los esposos vivieron felices y por mucho tiempo. tiempo feliz.
Los santos esposos, María y José
COMENTARIOS
¡Magnifica receta! Aunque se circunscribe a valores que en principio, parecen nsertados en la dimensión humana, sin duda son necesarios. Ahora los comentaremos. Pero analicemos otros ingredientes de carácter espiritual, que en la analogía que hace el autor de un platillo especial, representarían un sustrato intangible del creador de la receta, del "Cheff", que con sus dones de sabiduría, confieren valor sobrenatural a la calidad de los ingredientes referidos por el autor de este artículo, y que proveen una fina mezcla para lograr el punto exacto en que los elementos deben mezclarse y aderezarse. Pero es un "Cheff" especial: es Cristo, quien propone a los contrayentes los mejores elementos para que el platillo resulte exquisito en cuanto a su calidad, presencia y sabor. Los dones de este "Cheff" son son gratuitos, y representan la esencia del matrimonio cristiano. A los contrayentes les corresponde integrarlos en una mezcla agradable y saludable.
En primer lugar, Jesucristo Nuestro Señor, convierte esta receta estándar, que anteriormente se llevaba a cabo en forma de un contrato, elevándola al nivel de Sacramento. Esto significa que los ingredientes mencionados en la nota, además de producir sabores exquisitos de la gracia, son acompañados por los nutrientes necesarios para alcanzar sus fines sobrenaturales. No sólo impulsan una vida terrena feliz, sino que dan gracias especiales para que los esposos se santifiquen mutuamente y eduquen a su familia cristianamente
Con esta pasta o base esencial de la receta, ahora sí podemos construir un matrimonio cristiano con los ingredientes básicos que nos propone el autor: cariño y respeto, complementados con la generosidad, gratuidad y reciprocidad.
El cariño y el respeto van de la mano. Se falta alguno de ellos, el otro también decae. La base es el cariño, pero el ingrediente que lo hace permanecer es el respeto. Recordemos que el matrimonio hace de la pareja una sola unidad. Por eso es el único sacramento que se administra a dos personas. Todos los demás sacramentos son administrados individualmente.
Para incrementar el cariño, y el respeto, necesitamos sumar los ingredientes de la generosidad, la gratuidad y la reciprocidad.
En cuanto a la generosidad, el matrimonio no es un negocio, ni implica un necesario intercambio de bienes. Es generoso hasta el grado de dar sin esperar recibir. Quien así lo hace, necesariamente recibe más de los que da. La gratuidad semanifiesta en brindar el cariño a la pareja, sin la condición recibir algo a cambio. Los detalles de generosidad son muy valiosos, y créanlo, tendrán su recompensa en términos de gracia sobrenatural y también en dones materiales. Bien dicen que el que da, es más feliz que el que recibe, y en el matrimonio son medios para la santificación de la pareja y para ganar el cielo. La reciprocidad es un término de justicia, de la cual los contrayentes deben estar conscientes y prestos a devolver el cariño, la generosidad que reciben. Así siempre estarán brindándose recíprocamente
Este es el matrimonio cristiano. Nada tiene que ver con el matrimonio civil, las uniones homosexuales, los matrimonios reconstruidos, ni la unión libre. Por una simple razón: no tienen la base sobre la cual se construye la exquisitez del matrimonio cristiano, las gracias sobrenaturales que proporciona el Gran "Cheff" (Dios). Además, implica un desprecio a sus indispensable y valiosos dones. Estos falsos matrimonios podrán tener la apariencia de un platillo suculento, pero solo en apariencia, y siempre propensos a romperse.