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NOTICIA COMENTADA 679

24.01.2024

La Iglesia y la terrible crisis del Magisterio. Una conversación con el obispo Schneider. DUC IN ALTUM. Por Simon Caldwell. 31dic24. https://www.aldomariavalli.it/2023/12/31/la-chiesa-e-la-tremenda-crisi-del-magistero-a- colloquio-con-il-vescovo-schneider/

Resumen:

Nacido en la Unión Soviética, su familia viajó sesenta millas al amparo de la oscuridad para asistir a Misa en secreto. Su madre, María, acogió al Beato Oleksa Zarytsky, un sacerdote ucraniano martirizado por los comunistas en 1963, y durante un tiempo su familia estuvo encarcelada en un campo de trabajo. Huyeron a Alemania Occidental cuando Antón (Atanasio es el nombre que adoptó cuando se unió a los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coimbra) tenía doce años.

Ahora, de regreso en la antigua Unión Soviética como obispo auxiliar de Astana en Kazajstán, sus oportunidades de viajar son limitadas, pero ha realizado dos viajes al extranjero en otros tantos meses. El primero fue lanzar su último libro Crede. El Compendio de la fe católica, catecismo que fue solicitado por Sophia Institute Press, una editorial con sede en Estados Unidos. El libro tiene un formato de preguntas y respuestas e incluye secciones adicionales sobre temas recientes como la ideología de género, las prácticas de la Nueva Era y la masonería. La primera tirada de 17.000 ejemplares se agotó en seis semanas.

El segundo viaje fue para dar una conferencia sobre Autoridad Política y Mons. Athanasius Schneider

los Deberes de Conciencia a estudiantes de la Universidad de Cambridge.

Le pregunté qué quería decir el cardenal Robert Sarah, ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino, cuando, durante la presentación de su libro, advirtió al público que la Iglesia católica ha entrado en una "crisis del Magisterio".

"Simplemente estaba exponiendo la evidencia de lo que vemos", dijo monseñor Schneider. "En este pontificado hemos tenido varios actos que no se han correspondido con las enseñanzas del Magisterio anterior, y esto es una crisis".

Dijo que la afirmación de Francisco sobre la validez del pluralismo religioso en Abu Dhabi, cuando el Papa sugirió que Dios no sólo permitía las religiones no cristianas sino que también las quería, era un ejemplo de la crisis, y otro era la decisión de los obispos argentinos permitir que los católicos divorciados y vueltos a casar reciban la Sagrada Comunión.

Francisco adopta un enfoque doctrinal deliberadamente ambiguo, pero para monseñor Schneider esto representa un fracaso sustancial en el ejercicio del ministerio petrino: "La naturaleza del oficio del Papa es, como dijo Jesucristo a Pedro: confirmar a tus hermanos en la fe. Esta es su primera tarea".

"Todos los actos o palabras que no fortalecen la fe sino que son contrarios a ella, o la debilitan o la confunden, son contrarios al ministerio papal porque el ministerio de Pedro es un punto de referencia en la Iglesia, de unidad de fe y en la gobernanza".

"En la Iglesia casi a diario se escuchan voces contradictorias entre los obispos y esto es contrario a la fe católica. Sólo hay una fe. El efecto sobre los fieles es que estas voces contradictorias los escandalizan y los confunden. Ahora no saben cuál es la verdad y esto tiene un efecto muy perjudicial para toda la Iglesia. Esta confusión y lenguaje ambiguo, especialmente en el ámbito de la moralidad, también significa que la gente está perdiendo el sentido del bien y del mal... La Iglesia Católica Romana se está convirtiendo en una más de las muchas organizaciones del mundo, sin distinguirse de las opiniones y agendas del mundo. Lo vemos: promueve el relativismo moral y adopta el lenguaje del mundo".

"El efecto también es que otras personas que buscan la verdad -digamos los no católicos o no cristianos que consideraban al papado como una institución que proporcionaba certeza y claridad- ya no pueden orientarse hacia Roma".

Por lo tanto, no podemos culpar a las nuevas generaciones de católicos si recurren cada vez más a la tradición, donde encuentran la belleza y la verdad "fuertemente expresadas".

La creciente participación de los jóvenes en la misa tradicional es, en su opinión, una manifestación de un movimiento sobrenatural de origen divino porque "demuestra el anhelo de lo sagrado". La Misa antigua ofrece una atmósfera de mayo sobrenaturalidad y la belleza atrae a los jóvenes"… "Nos da esperanza para el futuro".

…y aquí llegamos al tratamiento de monseñor Joseph Strickland, quien fue despedido en noviembre después de, entre otras cosas, negarse a implementar la Traditionis custodes en su diócesis de Tyler, Texas. "Esto pasará a la historia como una gran injusticia contra un obispo que sólo hacía su trabajo en un momento de confusión. Ahora esta voz ha sido silenciada, y esa era la intención obvia y clara".

"Al mismo tiempo, el Papa no destituye, y en algunos casos promueve, a cardenales y obispos que distorsionan o socavan públicamente la fe, como aquellos obispos que promueven abiertamente la ideología LGBT y no se ven afectados. Es un clara señal y demostración de que el Papa tiene otra intención: la intención de silenciar y detener a aquellas comunidades y a aquellos obispos de la Iglesia que todavía son fieles y apegados a la fe, la tradición y la liturgia. Es una especie de persecución interna".

La alternativa sería ver a la Iglesia dividida entre quienes adhieren al "auténtico Magisterio" y quienes prefieren las novedades de lo nuevo, y en esa dirección se abre el camino del cisma. 

 COMENTARIOS

Para analizar esta nota periodística, es necesario considerar un par aspectos importantes: La tarea encomendada a San Pedro y sus sucesores y el contexto o situación en la que se encuentra Francisco. Si no entendemos esta diferencia, difícilmente podemos entender lo que Mons. Schneider denomina "crisis del magisterio" en la Iglesia.

Las tareas del Sumo Potífice:

El Sumo Pontífice tiene la autoridad total sobre el gobierno de la Iglesia. No es una autoridad compartida, aunque es obvio que frecuentemente requiere del consejo de sus teólogos, cardenales y obispos. Pero su autoridad prevalece sobre todo e cuerpo eclesiásticoy sus opiniones. Por eso Nuestro Señor Jesucristo le dio gracias especiales, para ejercer el gobierno d la Iglesia. Así lo afirman las Sagradas Escrituras y la Tradición. Esta autoridad es única, centrada en una sola persona, lo que garantiza mejor la unidad y la eficacia de acción.

La Iglesia no es una sociedad democrática. Por ello Mons. Schneider afirma que del Sínodo de la Sinodalidad no puede salir nada bueno. Y es que, aunque todos los católicos formamos la Iglesia, no todos tenemos la autoridad ni la capacidad para gobernarla. El dogma, la moral y el culto no pueden ser puestos a debate democráticamente. Es más; no deben debatirse: deben estudiarse y practicarse.

Al Papa le corresponde velar porque se mantenga la pureza de la fe, el culto y el gobierno de la Iglesia. Es decir, sobre su hombros descansa la responsabilidad de mantener intacta la Doctrina de la Iglesia. Pero esta responsabilidad no implica solamente guardar o conservar la fe, sino también

enseñarla. Esto es precisamente la tarea de la evangelización, el deber de llevar las enseñanzas de Cristo a todo el mundo.

Por los mismo, era costumbre en los papados previos al Concilio Vaticano II que se le formularán las dudas o preguntas al Sumo Pontífice, a las que respondía con toda claridad y objetividad SI o NO. Y la respuesta era inapelable: Roma ha hablado.

El contexto

Cuando Mons. Schneider habla de la "crisis del magisterio", se refiere específicamente a que Francisco y sus colaboradore no están enseñando lo que deben enseñar, y, además, que no lo hacen con la claridad necesaria.

Más aún; la crisis que vive la Iglesia no es solamente de "magisterio", de enseñanza, sino también alcanza a los propios contenidos, es decir, al Dogma. Están reemplazando las verdades reveladas de sus fuentes primarias, la Sagradas Escritura y la Tradición, con otras distintas, y en ocasiones contrarias. Mons. Schneider pone algunos ejemplos: La iglesia tiene como dogma de fe que es la única de Origen Divino, fundada por el mismo Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, y sólo en ella se encuentra la salvación. Sin embargo, Francisco afirma que todas las religiones son "queridas" por Dios, es decir, son buenas, y que dentro de ellas se puede alcanzar la salvación.

Otro ejemplo que cita, son los cambios en términos de moral. La Doctrina Católica afirma que el matrimonio católico es una unión de un hombre y una mujer, y esa unión es para toda la vida; por lo tanto, los divorciados vueltos a casar, viven en adulterio, es decir, en pecado. Por lo mismo, no pueden recibir la Sagrada Comunión, a menos que dejen de pecar. Requieren arrepentirse, hacer el propósito de enmienda y confesarse, antes de recibir la Eucaristía. Sin embargo, Francisco ha autorizado "bajo circunstancias especiales" el que los sacerdotes la administren a divorciados, sin que haya de por medio el cambio de vida. En este caso no solo se cae en un relativismo moral, se sigue viviendo en pecado y además, se ofende gravemente Dios. Dice San Pablo (1Co. 11, 29) "Porque quien lo come, y bebe indignamente, [la Sagrada Eucaristía] se traga y bebe su propia condenación…".

Pero podríamos mencionar otros ejemplos sobre cómo también las ordenanzas y opiniones de Francisco van en contra de la Doctrina: La presencia Pachamama en la Basílica de San Pedro, sus ideas sobre la homosexualidad, ya patentadas en Fiducia Supplens, sus opiniones sobre la inexistencia del infierno, su prioridad por salvar al planeta antes que llevar las almas al cielo, etc. Como podemos ver, no se trata solo de una crisis de enseñanza, de magisterio, sino una de una fractura con la fe de la Iglesia de Siempre.

Mons. Schneider escribió el libro "Crede", que en realidad se trata de un Catecismo que tiene como fin hacer lo que no hace Francisco: definir las verdades de la fe y prevenir la herejía. Y justamente lo escribe antes del Sínodo sobre la Sinodalidad, intentando contener las desviaciones doctrinales.


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