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20.03.2024

Monseñor Viganò: "Quien quiera hacer reinar a Satanás debe desterrar a Dios, so pretexto de la laicidad del Estado" DUC IN ALTUM. Por Monseñor Carlo María Viganò. 28feb24. https://www.aldomariavalli.it/2024/02/28/monsignor-vigano-chi-vuole-far-regnare-satana-deve-bandire-dio-con-il-pretesto-della-laicita-dello-stato/

Resumen:

Discurso en el segundo congreso del Movimiento Rusófilo Internacional y el Foro sobre la Multipolaridad. Moscú, 26 y 27 de febrero de 2024.

Ésta es la segunda ocasión en que tengo el honor de hablar en el Congreso Internacional de Rusófilos. Agradezco a todos ustedes y a los organizadores de este evento por invitarme a realizar esta reflexión, que se produce pocas semanas después de la histórica entrevista que el presidente Vladimir Vladimirovich Putin concedió al periodista estadounidense Tucker Carlson. La reacción de los principales medios de comunicación occidentales demuestra lo aterradora que es la verdad en un mundo que vive de mentiras y falsedad.

Todos los aquí reunidos tenéis muy clara la amenaza que se cierne sobre el mundo occidental y sobre toda la humanidad. En primer lugar, la amenaza de una tercera guerra mundial, bajo cuyos escombros se entierran décadas de crímenes y fraudes cometidos por una élite cada vez más poderosa y tiránica. En segundo lugar, la amenaza del exterminio de una parte de la humanidad a través de la Agenda 2030. En tercer lugar, la muy concreta y terrible amenaza del establecimiento de un Gobierno Mundial totalitario, en el que los pueblos supervivientes sean reducidos a la esclavitud. La progresiva cancelación de las soberanías nacionales y su absorción en organismos supranacionales tiene como objetivo declarado el establecimiento del Nuevo Orden Mundial. Los líderes del Foro Económico Mundial, con todas sus ramificaciones oficiales y extraoficiales, no ocultan haber ocupado la cima de las instituciones a través de gobiernos títeres y con la cooperación servil de los medios de comunicación del régimen.

Los pueblos de Occidente han comprendido ahora que están gobernados por servidores de la élite globalista y que el llamado "sistema democrático" es una ficción grotesca, empezando por la manipulación de las elecciones. Las continuas emergencias - sanitaria, bélica, climática y energética -, las crisis que deberían justificar la Agenda 2030 no son, sin embargo, lo que les une, y muchos empiezan a darse cuenta de ello: lo que mueve a estas personas es su pertenencia a una secta satánica. Pero quien quiera hacer reinar a Satanás debe primero desterrar a Dios, so pretexto de la laicidad del Estado: El mundo occidental ha quedado reducido a una cloaca, un matadero, un enorme campo de batalla, en el que la élite controla a las masas, las empobrece, las explota, las humilla, las esclaviza, las envía al matadero.

Habiendo excluido a Dios de la vida pública, la autoridad no tiene que obedecer a ningún principio trascendente y, por tanto, puede transformarse -como está cambiando- en dictadura. Su poder se vuelve ilimitado y el Estado - privatizado y en manos de criminales subversivos - reemplaza a Dios ¿Podemos creer que los autores de este golpe se resignan a entregar el poder, justo cuando queda poco para el establecimiento de este Nuevo Orden? ¿Precisamente cuando las élites lograron imponer la cancelación sistemática de los derechos fundamentales -salud, propiedad, libertad de empresa, libertad de expresión y educación, libertad de circulación y de viaje- a una humanidad aterrorizada por las continuas emergencias creadas en la mesa de dibujo, desde las perspectivas, de catástrofes inventadas, de la amenaza de guerras e invasiones?

Todos somos conscientes de que se está produciendo un despertar de los pueblos… Pero este despertar -si no encuentra una respuesta seria y responsable en el marco de la ley- conducirá inevitablemente a una guerra civil, dando a los gobiernos que sirven al Foro Económico Mundial el pretexto para intervenir militarmente.

Hace sólo dos semanas, la Asamblea Nacional francesa aprobó una ley sobre las "tendencias sectarias" que prevé fuertes multas y penas de prisión para quienes expresen su desacuerdo. La censura por parte del Estado o de organismos supranacionales ya existe y aumentará exponencialmente, al igual que el control sobre las masas. Los escándalos de fraude electoral en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020; la evidencia de un plan criminal de exterminio y esterilización masiva mediante la imposición de una terapia genética experimental presentada como vacunación masiva; el deseo de forzar la transición a la moneda digital para controlar cómo podemos o no gastar nuestro dinero: son señales alarmantes, a las que se suma la amenaza de una guerra nuclear. La élite está dispuesta a hacer cualquier cosa para mantener el poder y ocultar sus crímenes.

Todos estamos de acuerdo en que el daño causado por una sociedad que se niega a reconocer a Dios está ante nuestros ojos. Por eso debemos tener no sólo la humildad, no sólo el coraje, sino también y sobre todo el orgullo de profesar nuestra Fe, de querer que no sólo el individuo, sino también el Estado, reconozca y honre a Nuestro Señor Jesucristo como Dios, Señor y Rey, y que sus leyes se ajusten a Él.

En 1874 el gran estadista Gabriel García Moreno consagró la República del Ecuador a Nuestro Señor, antes de ser asesinado por asesinos de la masonería. Su lema era: Libertad para todo y para todos, excepto para el mal y los malhechores. ¿Cómo puedes estar en desacuerdo? Debemos reconocer el Señorío de Cristo y entregarnos a Su ley, encomendarle nuestra patria y nación, nosotros mismos y nuestras familias.

Creo que esto podría constituir verdaderamente, y diría casi provocativamente, el gran reseteo que todos estamos esperando, y que constituye un retorno al Señor de todos nosotros, de nuestras familias, de las comunidades, de las administraciones públicas. Deberíamos volver a sentirnos orgullosos de poder profesarnos cristianos. Hay que volver a llamar bien al bien y mal al mal; no sentirse inferior ante la arrogancia del vicio, el cinismo de la corrupción; no dejarse intimidar por la aparente irreversibilidad del mal. Debemos devolver a los pueblos occidentales la esperanza que les fue robada para subyugarlos. Debemos desecularizar la sociedad y devolverla a ese orden divino que está fundado en Cristo, Hombre-Dios, único Salvador del género humano, que sólo en Cristo puede encontrar la paz. La paz de Cristo, que es verdadera paz porque está fundada en la verdad y en la justicia, sólo puede alcanzarse donde Cristo reina: Pax Christi in kingdom Christi.

Restablezcamos los Estados sobre la roca, sobre la piedra angular que es Cristo Señor. Devolvamos a Jesucristo la corona que le quitó la Revolución. Sacudámonos del yugo infernal del globalismo, de la membresía en organismos supranacionales diseñados para borrar nuestra fe, nuestra identidad, nuestra civilización. Hagamos que los subversivos criminales asuman sus responsabilidades, empezando por haber provocado un conflicto sangriento que exterminó a toda una generación en Ucrania, usándola para atacar a Rusia, venderla a las multinacionales y hundir económicamente a Europa.

Nos enfrentamos a la élite no tanto desafiando las mentiras de las crisis y emergencias, sino más bien oponiéndonos a su visión de la muerte con la esperanza que se basa en Cristo y en hacer su voluntad. Fiat voluntas tua, decimos en el Padre Nuestro. Hagamos la voluntad de Dios, única respuesta posible de la criatura al Creador, y única premisa para vencer este choque de época con Él. Lo recordó también Tucker Carlson, en una entrevista reciente concedida en Dubai, cuando señaló los dos bandos opuestos, formados por los que reconocen y sirven a Dios y los que quieren convertirse en dios en lugar de Dios y contra Él, los que sirven la vida y los que promueven la muerte, por los que siguen la Verdad y por los que son servidores de la mentira y el fraude.

Al concluir esta reflexión, quisiera lanzar un llamamiento a todos los hombres de buena voluntad, para que las Naciones sean consagradas al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, Madre de Dios, como premisa para implorando desde el Cielo esa paz que sólo nuestro Rey y Señor puede dar, y que nunca antes ha sido invocada por el género humano en este mundo rehén de fuerzas infernales. Hago este llamamiento al Patriarca de Moscú, a los Prelados de la Iglesia ortodoxa, a los Cardenales y Obispos católicos que no han sucumbido al compromiso, y a todos aquellos que se reconocen en los principios universales y sagrados del Derecho Natural.

Sobre todos vosotros, y sobre aquellos que comparten nuestra batalla espiritual, imploro copiosas bendiciones celestiales por intercesión de la gloriosa Theotokos, la Virgen Madre de Dios.

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Con mucha razón, durante algún tiempo, se consideró a Rusia, pero más específicamente a la Unión Soviética, como sinónimo de ateísmo y anticristianismo, pues fue el país donde se llevó a cabo la Revolución Bolchevique de 1917, donde se instauró el comunismo como sistema de gobierno, y el origen de su propagación y difusión a buena parte de los países de la tierra, en los cuatro continentes. Pero desde hace algunos años, dos o tres décadas, la situación en Rusia ha cambiado diametralmente. Se ha convertido en un bastión de la tradición cristiana, a través de la Iglesia Ortodoxa.

Aún más. Hay una tradición ya milenaria por considerar a Rusia como la tercera Roma. La primera sucedió en Italia, cuna del cristianismo; pero cuando el Imperio Romano de Occidente, cayó en poder de los pueblos bárbaros del norte de Europa durante el siglo IV, el entonces emperador Constantino cambió la sede de este imperio -y de la Iglesia- hacia el Oriente, hacia la ciudad que fue conocida como Constantinopla, a la que se conoció como la segunda Roma. Finalmente, con el Gran Cisma del siglo XI, y después con la caída de Constantinopla en manos del Imperio Otomano, musulmán, se dice que la sede cambió a Rusia, concretándose en el matrimonio de la princesa Sofía, hija de Constantino XI, con el Duque de Moscú, Iván III. Esta es una tradición que sostiene la Iglesia Ortodoxa, pero qué ha hecho suya el pueblo ruso y ahora el mismo gobierno. A diferencia de las dos primeras Romas, se considera a la tercera Roma como la última, -ya no habrá otra- será la Roma del apocalipsis, la Roma del fin de los tiempos.

Es necesario aclarar que no hay documentos bíblicos que sustenten esta tesis, pero sí la Tradición Ortodoxa tienen esta tesis como verdadera.

Además, hay que considerar, como decíamos anteriormente, que la Iglesia Ortodoxa, en general -porque hay varias tradiciones o iglesias- es la que conserva con mayor pureza la Tradición milenaria de la Iglesia, como contraparte a la Nueva Iglesia Vaticana, que desde el Concilio Vaticano II, ha venido en franca decadencia, y lo más importante, ha cambiado algunos de sus dogmas esenciales, en el afán de adaptarse al mundo actual, cuando debería ser el mundo el que cambiara para adaptarse a las enseñanzas de Cristo. Y faltan más cambios, que seguramente se concretarán en la segunda reunión del Sínodo sobre la Sinodalidad que se llevará a cabo a fines de éste 2024.

En términos generales la Iglesia Ortodoxa coincide con todos los dogmas de la Iglesia Católica, excepto en uno; la unidad de la iglesia en la cabeza del Papa de Roma. Pero la Iglesia Católica considera a la Iglesia Ortodoxa como parte de la Iglesia Universal, a diferencia de las iglesias protestantes o de cualquier otra denominación.

Monseñor Carlo María Viganó es un cardenal de la Iglesia Católica, que fue Nuncio Apostólico en Estados Unidos. El término "Nuncio Apostólico" es el equivalente a Embajador de la Santa Sede, o representante del Papa en otro país. Mons. Viganó se ha distinguido últimamente por el hecho de que se ha opuesto abiertamente a la modernización de la Iglesia Católica, impugnando las reformas que atacan o distorsionan la doctrina enseñada por 2,000 años. Se opone, al igual que otros cardenales, obispos, sacerdotes, y teólogos, a las novedades que afectan la Enseñanza de la Iglesia desde los primeros siglos de existencia.

¿Por qué se suma a las conferencias de la Iglesia Ortodoxa? La respuesta es sencilla; porque, aunque este Iglesia se ha separado de la Católica, no difiere en cuanto a los dogmas esenciales, y porque en la Iglesia Católica "oficial" la del Vaticano, está envuelta en una "crisis existencial", donde se ponen en duda los Dogmas de Fe y las verdades contenidas en la Moral. Mons. Dice de este país: "Rusia experimentó este colapso antes que nosotros, reclamando su Fe, sus tradiciones y su cultura, que el totalitarismo había luchado y tratado de borrar…"

Fue invitado por segunda ocasión a participar Congreso del Movimiento Rusófilo Internacional y del foro sobre multipolaridad que se llevó a cabo en Moscú los días 26 y 27 de febrero de este año.

En su mensaje nos advierte de los peligros para las sociedades y lo países, debido a que, desde hace varias décadas, un pequeño grupo, o como él denomina, una élite formada por masones, judíos, multimillonarios y gente políticamente poderosa, se ha estado apoderando del mundo, provocando la serie de problemas que estamos viviendo, y que si no se pone remedio, tendrá consecuencias funestas. Textualmente Viganó denomina a este grupo "secta satánica".

¿Cuáles son esos peligros? Sus advertencias se centran en varios puntos:

  • La amenaza de una tercera guerra mundial.
  • El exterminio de una parte de la humanidad a través de la agenda 2030, especialmente por medio de las vacunas génicas, el aborto, la ideología de género, y los nuevos planes que incluyen: el control de los alimentos, del dinero (convirtiéndolo en moneda virtual, controlable mediante la tecnología) la energía "verde" (que por cierto, nada tiene de limpia) y los desarrollos tecnológicos de control a la población, como la identificación biométrica.
  • El establecimiento de un gobierno totalitario, con la supresión de las soberanías nacionales.
  • La manipulación de los sistemas "democráticos", para poner a sus gobernantes.
  • Imponer la cancelación sistemática de los derechos fundamentales -salud, propiedad, libertad de empresa, libertad de expresión y educación, libertad de circulación y de viaje- a una humanidad aterrorizada por las continuas emergencias creadas en la mesa de dibujo.
  • Fuertes multas y penas de prisión para quienes expresen su desacuerdo. La censura por parte del Estado o de organismos supranacionales ya existe y aumentará exponencialmente, al igual que el control sobre las masas.

La táctica siempre es la misma: ellos mismos crean los problemas, y luego aparecen como "salvadores", aportando la solución; provocan desestabilización en las sociedades y países con emergencias de diferentes tipos: sanitarias, bélicas, climáticas, energéticas, etc., y luego controlan la solución. Saben bien que un país en crisis o desestabilizado no puede crecer, desarrollarse. Así ellos aseguran el control social, político y económico de esa nación o región. Por ejemplo: la guerra de Ucrania: ellos la provocaron, ellos venden las armas; aprovechando el caos, compraron a precio muy bajo todo lo que el país tenía como valioso, y además, ya tienen asegurado el contrato para su reconstrucción, una vez que termine la guerra. El petróleo, el gas, los cultivos de granos, etc., ya no pertenecen al pueblo ucraniano; ya son propiedad de las grandes inversoras como BlacRock y Vanguard, cuyos dueños son los mismos.

¿Y quiénes constituyen esa élite satánica" Mons. Viganó habla concretamente de Foro Económico Mundial (WEF) y de todas sus ramificaciones oficiales y no oficiales, que se ha apoderado de los gobiernos más importantes del mundo, y que opera a través de distintos grupos, fundaciones, o programas, los que destacan el club de Bilderberg, la misma ONU y la OMS, controlada por Bill Gates, organismos dependientes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como las grandes firmas de inversores como BlackRock y Vanguard, además de fundaciones como la Open Society de Gerorge Soros, etc.

Sin embargo, como lo dice Mons. Viganó: "Pero quien quiera hacer reinar a Satanás debe primero desterrar a Dios, so pretexto de la laicidad del Estado". Y más adelante dice: "Todos somos conscientes de que se está produciendo un despertar de los pueblos"… "Con demasiada frecuencia olvidamos que Dios es verdaderamente omnipotente y que sus enemigos y los nuestros no pueden hacer nada contra Él".

Su consejo es aceptar el reto de un reseteo, de organizar un nuevo orden mundial, pero fundamentado en Cristo como la piedra angular. "Por eso debemos tener no sólo la humildad, no sólo el coraje, sino también y sobre todo el orgullo de profesar nuestra Fe, de querer que no sólo el individuo, sino también el Estado, reconozca y honre a Nuestro Señor Jesucristo como Dios, Señor y Rey, y que sus leyes se ajusten a Él". La paz de Cristo sólo es posible en el Reino de Cristo.


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