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05.06.2024

"¡Viva Cristo Rey!". La fe nace en la persecución. DUC IN ALTUM. 22may24. Por Cristina Vai. https://www.aldomariavalli.it/2024/05/22/viva-cristo-rey-nella-persecuzione-nasce-la-fede/

Noticia:

Querido Valli,

Me gustaría compartir una esperanza con usted y con todos los lectores de Duc in altum. Sigo el rezo del rosario que se celebra en vía Ferraz de Madrid y me alegré mucho cuando Duc in altum lo anunció.

Ayer estuvo un político mexicano y todos rezaron el rosario de rodillas por el bien, la verdad y la belleza (!). Finalmente gritaron con entusiasmo "¡Viva Cristo Rey! "Tres veces, como los Cristeros.

Los reyes católicos de España, Isabel y Fernando, fueron los únicos que liberaron un territorio ocupado por los islamistas. Los españoles evangelizaron América del Sur y llevaron a Cristo a Filipinas. Estuvieron a la cabeza de la resistencia que salvó a Europa de la invasión islámica. En los años 30 sufrieron la mayor persecución religiosa comunista del siglo XX en Europa (de la que nadie habla, y menos los hombres de Iglesia). En España todavía se celebran hoy los ritos más impresionantes y maravillosos de la Semana Santa. En 1919 los católicos iberoamericanos en México lucharon contra el gobierno masónico al grito de "¡Viva Cristo Rey! y la Virgen de Guadalupe!", veneración llevada por Pizzarro. La Cristiada causó más muertos que la Revolución de Zapata. ¡Nadie habla de eso, y sólo hemos importado apóstatas y depravados de Iberoamérica!

Es en la persecución donde nace la verdadera fe, la fe que prende fuego al mundo. ¿Dios eligió a los españoles? El himno a Cristo Rey, que todos los católicos deberían cantar, dice al final:

No conocemos más alegría, no hay hincha más honorable

que con mis hermanos hacemos fila y unimos la vida

a Aquel que merece la gloria y somos reclutados por el amor

Ante Él, la vara es doble y postrada El corazón.

¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!

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Realmente resultó muy impresionante el rezo del Santo Rosario en el atrio de la Parroquia del Inmaculado Corazón de María, en la Vía Ferraz en Madrid[1]. La devoción a Nuestra Santísima Madre era palpable, no solo espiritualmente, sino en las mismas emociones de los concurrentes. Se transmitió en vivo el 21 de mayo de 2024.

El político mexicano al que se refiere la nota es Eduardo Verástegui, quien acompañó al contingente y rezó de rodillas todo el Santo Rosario. Mas impresionante fue el grito de la multitud aclamando a Cristo Rey, al final de Rosario.

Sin restar un ápice al valor del rezo del Rosario, lo que nos inspira un orgullo, y a la vez una tristeza, es que, desde estos países extranjeros, aunque sean España, la Madre Patria, y de Italia, lugar donde se publica esta nota, tengan que ser los que reconozcan la importancia de la Guerra Cristera, la gran gesta católica del siglo XX, que el pueblo de México emprendió contra la tiranía de un gobierno masónico y anticatólico.

Un orgullo por ser mexicanos, patria de mártires, soldados de Cristo, testigos de la fe; pero una tristeza porque en México tenemos poca memoria de nuestros antepasados, de los cuales llevamos su sangre, pero las generaciones actuales ya no conocen esta gesta heroica, y lo peor es que no se enseña en las escuelas (y cuando lo hace, presentan a los cristeros como un grupo de fanáticos fundamentalistas) y a la Iglesia poco le interesa recordar esta hazaña, que puede comprarse con las crueles persecuciones romanas de los primeros siglos del cristianismo. En su momento Pío XI[2] habló de la defensa de la religión en México como un movimiento que ha producido una profunda admiración en todo el orbe de la tierra.

La autora del artículo tiene razón: En las persecuciones renace la fe. Y la fe de México se fortaleció entonces, y aún continúa. Pero no así el recuerdo de la Guerra Cristera. Casi la hemos olvidado.

Un autor de textos sobre la Guerra Cristera habla de un acuerdo de la Iglesia con el gobierno para no publicar durante 50 años la historia de este conflicto religioso. No hemos encontrado evidencia de este acuerdo, pero, de hecho, las nuevas generaciones de mexicanos ya no conocen la grandeza de esta gesta heroica, que tuvo como consecuencia alrededor de 250,000 muertos, de los cuales, al menos alrededor de 100,000 eran defensores de su fe y su Iglesia.

Tiempo glorioso de una nación escogida por la Santísima Virgen de Guadalupe, en el que el cielo se pobló con miles de mártires mexicanos. Lo preocupante es que estamos a punto de celebrar el centenario de epopeya y parece no haber quien haga un justo y merecido homenaje a los valientes defensores de Cristo y de Santa María de Guadalupe.

Hay un par de temas de orden histórico que es necesario aclarar en esta nota. La autora habla de la evangelización ordenada por lo Reyes Católicos en América del Sur. México no se encuentra en esa región, además de que primero fue la evangelización, en lo que ahora conocemos como América del Norte y Central, que conformó el Reino de la Nueva España y de allí se pasó hacia el sur.

La otra cuestión importante de aclarar es, dice la autora, que la devoción de la Virgen de Guadalupe fue traída a América por Francisco Pizarro. No es así. La primera advocación de la Virgen de Guadalupe Española apareció en la provincia de Cáceres, en 1326[3]. Pero la Virgen de Guadalupe Mexicana es una advocación distinta. No tiene relación con la española.

La Santísima Virgen de Guadalupe se apareció en cuatro ocasiones a Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, en la ciudad de México, siendo la última aparición el 12 de diciembre de 1531[4]. Estas apariciones fueron verificadas por el Obispo Juan de Zumárraga, con el milagro de la imagen impresa en el ayate de Juan Diego. Allí pidió que se le construyese un templo, y así se hizo, a un costado de la actual Basílica de Guadalupe.

Si Francisco Pizarro trajo a América la devoción a la Virgen de Guadalupe (española), es probable, pero no encontramos información que lo confirme. Cierto es que los conquistadores, tanto Cortés como Pizarro, conocían esta advocación, pues eran extremeños, y probablemente le fueran devotos. La conquista de México sucedió en 1521, por Hernán Cortés; la de Perú, por Pizarro, en 1533, dos años después de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe.


[1] Rosario en Ferraz. 21de mayo de 2024. 21/05/2024 Rosario en Ferraz - Hoy Misterios Dolorosos. https://www.youtube.com/watch?v=k7Q0MzqrykI

[2] Pío XI. 29 de septiembre de 1932. Encíclica Acerva Animi. Sobre la Persecución de la Iglesia en México. https://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/6Revolucion/1932-AAE.html

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_Guadalupe_(Extremadura)

[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Nuestra_Se%C3%B1ora_de_Guadalupe_(M%C3%A9xico)


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