aborto

NOTICIA COMENTADA 727

10.07.2024

El Papa a musulmanes cada creyente debe ser libre de proponer su propia religión ¡nunca imponer! VATICAN NEWS. Por Tiziana Campizi. 26jun24. https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2024-06/francisco-hacen-falta-creyentes-coherentes-y-comprometidos-paz.html

Noticia:

Poco antes de presidir la Audiencia General de esta mañana, el Papa ha saludado a una delegación de la Mezquita de Bolonia en cuyo discurso ha invitado a cristianos, judíos y musulmanes a ser los primeros en ofrecer un testimonio de fraternidad.

El breve encuentro con un grupo de musulmanes de Bolonia en el estudio del Aula Pablo VI, antes de la Audiencia General, es la ocasión para que el Papa Francisco exhorte una vez más a la fraternidad universal. El Pontífice lo hace en el saludo dirigido a la delegación de la mezquita de la capital emiliana, en el que pide a los creyentes de todas las confesiones que promuevan la concordia entre los pueblos.

"El mundo, especialmente en este momento histórico, necesita creyentes coherentes y fuertemente comprometidos en la construcción y el mantenimiento de la paz social y mundial."

A acogerse "unos a otros como hermanos" están llamados, "en primer lugar", cristianos, judíos y musulmanes, que adoran "al Dios único", y que se remiten, "aunque de modo diverso, a Abrahán como padre en la fe", es la invitación del Papa, que considera "indispensable y muy precioso" el "testimonio de fraternidad" de los fieles de las religiones monoteístas en el mundo de hoy.

"Quienes hemos recibido el don de esta pertenencia religiosa estamos llamados a ser abiertos y acogedores con quienes no la comparten, porque son, como todos nosotros, miembros de la única familia humana." Hay que respetar la libertad de conciencia y de religión

En el texto del discurso, Francisco subraya que "el diálogo sincero y respetuoso entre cristianos y musulmanes es un deber" para quienes desean "obedecer la voluntad de Dios", que desea "que sus hijos se amen, se ayuden y que, si surge entre ellos alguna dificultad o malentendido, lleguen a un acuerdo con humildad y paciencia". Pero el diálogo exige que se reconozcan la "dignidad" y los "derechos de cada persona", añade el Papa, y entre ellos, en primer lugar, "la libertad de conciencia y de religión".

Además, cada creyente debe sentirse libre de proponer -¡nunca imponer! - su propia religión a otras personas, creyentes o no. Esto excluye toda forma de proselitismo, entendido como ejercer presiones o amenazas; debe rechazar todo tipo de favores económicos o laborales; no debe aprovecharse de la ignorancia de la gente.

Incluso "los matrimonios entre personas de religiones diferentes no deben ser una ocasión para convertir al cónyuge al propio credo", añadió finalmente Francisco, deseando a la delegación de la mezquita de Bolonia "buenas relaciones con la Iglesia católica: con el obispo, con el clero y con los fieles, en el respeto mutuo y la amistad" y agradeciendo a las comunidades musulmanas que sean "artífices de paz".

COMENTARIOS 

¡Muchos errores un tan pocas palabras!

  • Lo más importante es lo que Francisco dejó de decir, lo que constituye la finalidad primaria de la Religión Católica: la salvación de las almas, ganar el cielo. Este es un patrón que se repite en la prédica de Francisco. Se olvida de los más importante: la salvación. Dice Nuestro Señor Jesucristo: ¿Porque de qué le sirve al hombre el ganar todo el mundo, si pierde su alma? O ¿con qué cambio podrá el hombre rescatarla una vez perdida? (Mt. 16, 26) ¿De qué nos sirve alcanzar la paz en este mundo si no salvamos el alma? Desde luego que la paz es deseable, pero también en la guerra se puede salvar el alma. Eso es lo verdaderamente importante; lo demás, está subordinado a este principio. A Eso vino Nuestro Señor: a redimirnos del pecado, a fin de alcanzar el cielo.
  • La fraternidad universal es un principio masónico, que difiere mucho de la caridad cristiana. ¿Pensamos acaso que se puede alcanzar la paz mundial haciendo a un lado a Cristo? ¡Jamás! Por eso el lema de S. S. Pío XI, a quien le tocó dirigir a la Iglesia justo después de la "Gran Guerra", la Primera Guerra Mundial: Pax Christi in regno Christi. "La paz de Cristo en el Reino de Cristo" La única y verdadera paz en este mundo sólo se alcanza teniendo a Cristo como Rey.

La hermandad o fraternidad universal, quitando su connotación masónica, es una imitación hueca del amor entre los hombres, precisamente porque lo que falta es el amor. Esta fraternidad es una virtud humana, y el hombre, debido a su naturaleza caída, más bien pronto que tarde, convertirá esa paz en una serie de conflictos debidos a la soberbia, la envidia, la riqueza, el deseo de poder y de dominio.

Pero los cristianos tenemos algo mucho mayor que la fraternidad: la caridad. Y esta virtud, llamada teologal, porque es Dios quien la concede, contiene el verdadero amor del hombre para con sus semejantes. Y dado que es un don de Dios, solamente Él puede conferirla, ya sea por medio de los sacramentos y por una gracia especial. Difícilmente un no creyente poseerá una verdadera caridad, la que hace mejor al que da, y al que recibe, la que nos abre las puertas del cielo. La fraternidad masónica es enemiga de la caridad cristiana.

  • Dice Francisco que todos los que profesan una religión abrahámica adoramos al mismo Dios. Falso. Los judíos no adoran a Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Los musulmanes lo reconocen como profeta, pero no le rinden culto de adoración. Ni los judíos ni los musulmanes reconocen a la Santísima Trinidad, al Dios Trino y Uno. Menos aún veneran a la gran Madre de Dios, María Santísima.

Cierto es que todos somos hijos de Dios porque fuimos creados por Él, pero con la venida del Redentor necesitamos un segundo nacimiento, que sólo se adquiere mediante el bautismo: En verdad, en verdad te digo, respondió Jesús, que quien no renaciere por el bautismo del agua, y la gracia del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios. (Jn. 3, 5)

  • En lo único que tiene razón es que no se puede obligar a una persona para que crea en el verdadero Dios; tiene que aceptarlo libre y conscientemente. Pero sí es nuestro deber como cristianos el mostrarle, enseñarle, instruirle para que le conozca, y conociéndole, lo ame. Eso se llama Evangelización, algo en lo que no está de acuerdo Bergoglio.
  • Sin embargo, lo más grave en las palabras de Francisco, es el engaño al que somete a todos: católicos y no católicos. A los primeros les hace creer que no es necesario evangelizar, que no tienen que esforzarse en dar a conocer a Cristo a quienes no le conocen. Y a los segundos los engaña haciéndoles pensar que en su falsa religión están bien, que no necesitan convertirse para salvarse. ¡Tremenda y fatal confusión! ¡Cuántas almas se pierden por aceptar estas palabras confusas y erróneas!
  • Si los que se dicen apóstoles de nuestros tiempos no siguen el mandato evangélico de la evangelización, no sólo las almas de quienes desconocen al verdadero Dios están en peligro, sino también las de los propios obispos o presbíteros y a los cristianos en general, por omisión, porque no hacen caso a la misión que Nuestro Señor nos encomendó: Id por todo el mundo: predicad el Evangelio a todas las criaturas. 16) El que creyere y se bautizare, se salvará: pero el que no creyere, será condenado. (Mc. 16, 15)


aborto