NOTICIA COMENTADA 748
¿Eutanasia? Todo es cuestión de dinero. Dr. Vernon Coleman. THE EXPOSÉ- STILUM CURIAE. Por Rhoda Wilson, 10sep24. https://www.marcotosatti.com/2024/09/10/leutanasia-e-tutta-una-questione-di-soldi-vernon-coleman-the-expose/
Resumen:
La eutanasia tiene que ver con el dinero
Quizás lo hayas notado, dice el Dr. Vernon Coleman, que los grandes medios de comunicación dedican cada vez más tiempo y espacio al tema de la eutanasia o suicidio asistido. Gran parte de la publicidad es absurda y engañosa.
La eutanasia es un programa de genocidio, no de bondad. La eutanasia tiene que ver con el dinero. Es una parte esencial del camino hacia Net Zero que es, por supuesto, el preludio del Gran Reinicio en el que "no poseeremos nada y seremos felices".
Las autoridades quieren matar a los ancianos, a los enfermos y a los débiles. En los países donde la eutanasia es legal, ya están matando a niños, enfermos mentales y pobres.
El siguiente capítulo está extraído (con permiso) del libro fundamental de Jack King "They Want to Kill Us" ("Ellos quieren matarnos").
La estafa de la eutanasia se hace pasar como un acto de bondad.
"La buena noticia es que podemos ayudarle a evitar el dolor y la angustia y salvar a su familia de la agonía de verlo decaer lentamente. Al ayudarte a suicidarte, evitamos todo ese dolor y te llevamos directamente a los créditos finales".
Me temo que todo es una tontería.

La eutanasia tiene que ver con el dinero. Se ha determinado que el coste medio anual de la atención sanitaria por persona para las personas que se encuentran en el último año de vida es 14 veces mayor que para aquellos que no están en el último año de vida.
Como resultado, el dinero se desvía de la atención médica y los cuidados paliativos hacia programas de "muerte voluntaria asistida" (también conocidos como "muertes patrocinadas por el estado") que están diseñados para reducir los costos de atención médica. Es mucho más barato matar gente que proporcionar cuidados paliativos.
Y, lo que es más importante, se están introduciendo programas de eutanasia para reducir los costos de las pensiones.
No es ningún secreto que todos los países desarrollados enfrentan enormes problemas de pensiones.
Muchos de quienes reciben pensiones estatales creen (bastante erróneamente) que el dinero que han pagado en impuestos se ha reservado para pagar sus pensiones. En realidad, por supuesto, los programas de pensiones son simplemente enormes esquemas Ponzi. Las pensiones estatales que se pagan hoy se pagan con los impuestos de hoy. Y, dentro de veinte años, las pensiones que se paguen se pagarán con los impuestos que pagarán los trabajadores dentro de veinte años. Si se puede reducir el tamaño de la población de edad avanzada, los ahorros anuales se medirán en miles de millones de dólares.
Después de que miles de personas mayores fueran asesinadas en hospitales y residencias de ancianos durante los confinamientos, los políticos se jactaron alegremente de que los ahorros financieros, en pensiones impagas, serían enormes. Cuanta más gente maten, más dinero ahorrarán.
Seamos todos honestos: el programa pro-eutanasia no tiene nada que ver con los derechos de las personas o la reducción del dolor o el sufrimiento: se trata, inevitablemente, de dinero.
Muchos temen que el suicidio sancionado legalmente pueda causar un aumento masivo en el número de personas que buscan el suicidio asistido debido a la pobreza, la falta de vivienda o la angustia mental.
Es ingenuo suponer que el suicidio legalmente sancionado se limita a ayudar a las personas con enfermedades terminales a encontrar una muerte sin dolor. Cualquiera que niegue que algo de esto esté sucediendo es un ignorante o esconde la verdad para defender su entusiasmo por el suicidio legalmente sancionado.
La pendiente resbaladiza sobre la que han advertido los defensores es muy real. Y ya estamos a mitad de camino de la colina y avanzamos cada día más rápido.
Actualmente, las personas discapacitadas y de edad avanzada son consideradas personas de escaso o nulo valor económico.
El dinero siempre ha tenido un efecto mucho mayor en las políticas sanitarias y sociales de lo que generalmente se cree. Por ejemplo, en Gran Bretaña se han cerrado residencias de larga duración para enfermos mentales por motivos de corrección política. El resultado fue que incontables miles de personas que no podían valerse por sí mismas fueron expulsadas a la "comunidad". La falta de servicios y apoyo significa que estas almas infelices ahora pasan sus días sentadas en parques y paradas de autobús. Pasarían sus días en bibliotecas públicas, aunque ya no hay muchas. En realidad, por supuesto, esto no tuvo nada que ver con la corrección política. Se trataba de dinero que se podía ahorrar.
Finalmente, hay otra razón por la que el establishment está tan a favor de la eutanasia: pondría a disposición muchos órganos para su uso. Dos investigadores controvertidos (el doctor David Shaw, especialista en ética de las universidades de Basilea y Maastricht, y el profesor Alec Morton, economista de la salud) han argumentado que matar a pacientes con enfermedades terminales liberaría órganos para trasplantes, además de ahorrar dinero. Argumentan que cambiar la legislación para permitir más suicidio asistido beneficiaría a las personas que quieren morir y a la población en general.
Dado que el trasplante de órganos es extremadamente caro y los servicios de salud están recortando costos, es inevitable que los órganos extraídos de pacientes asesinados por el Estado queden reservados para políticos, burócratas y otros individuos considerados y tratados como tales.
Perdona mi cinismo. Practico la medicina desde hace mucho tiempo y sé cómo funciona el sistema.
COMENTARIOS
Si bien la información que presenta la noticia no es novedosa, sí lo es de gran actualidad. Los gobiernos, pero sobre todo la élite de financieros, son los que proponen estas políticas. Desde luego, para nada piensan en la salud de las personas, y menos en una muerte "digna"; piensan en el dinero, en todo el capital que se pueden ahorrar si dejan que pagar las pensiones a las personas que ya no son productivas y los gastos en salud que se incrementan considerablemente en los últimos años de la vida de una persona.
Si añadimos que poder económico de esta élite, controlan además los medios informativos, entonces el negocio está hecho. Presentan estas políticas sanitarias como si fueran un "beneficio para la sociedad", como si al quitar la vida a los ancianos y discapacitados nos hicieran un favor. Este manejo de lo medios informativos forma parte de la llamada "estrategia cognitiva" con la que forman y manipulan la opinión pública.
La nota está tomada de un resumen del capítulo 1 del libro de Jack King titulado "They want to kill us" (Ellos nos quieren matar). Nosotros la hemos resumido aún más para poder publicarla según las características de Noticias del Vaticano.
Desde luego, estamos en medio de una crisis global, que incluye no sólo las guerras en diferentes partes del mundo, sino también una ruptura geopolítica con el reordenamiento de los poderes mundiales, un grave problema económico, con un numero importantísimo de países con una deuda impagable; además de un declive poblacional sin precedentes, buscado y planeado por estas élites. Los medios de comunicación nos han vendido la idea de que somos demasiados habitantes en este planeta y que debe reducirse drásticamente la población mundial. Veamos algunos datos para verificar si la población mundial es excesiva:
Nuestro planeta tiene alrededor de 8 mil millones de habitantes. Para tener una idea de las implicaciones de este número, pensemos en la extensión territorial del Estado de Jalisco, Méx.: 78,588 km2. Un km2 tiene 1 millón de m2. Si acomodáramos a una persona en un metro cuadrado, y así sucesivamente a todos los habitantes del planeta, necesitaríamos sólo 8,000 km2. Todos los habitantes del mundo cabrían en esta superficie. Y solo del Estado de Jalisco aún nos quedarían 70,000 km2. Más los de toda la República Mexicana y del resto del mundo ¿Realmente es alta la densidad de población mundial?
La tasa de reemplazo (el número de hijos, en promedio, que debe tener una mujer en edad reproductiva) es de 2.1. Según el Institute for Health Metrics an Evaluation[1] actualmente la tasa de reemplazo global es de 2.1. En 1950 era de 5 hijos por cada mujer, y en 2021 la cifra ya disminuyó a 2.2. Ahora estamos justamente sobre la cifra necesaria para conservar la misma población mundial, pero las estadísticas nos muestran un descenso pronunciado para los próximos años. En la OCDE (Europa) actualmente esta tasa es de 1.5, lo que supone que en 10 o 20 años tendrán dificultades para mantener los órganos productivos y de gobierno. Según, el INEGI[2], por primera vez en México, se muestra un nivel de fecundidad por debajo de la tasa de reemplazo, pues es de 1.9 en el 2020. Es decir, en las próximas décadas irá disminuyendo.
Pero todo esto tiene explicaciones: las campañas para reducir el número de hijos, la promoción del aborto, el uso de anticonceptivos, la ideología de género, etc.
¿Y desde la perspectiva religiosa qué implicaciones tiene esta reducción de la población?
- Primero, hay una desobediencia a los mandatos de Dios, que dijo a nuestros primeros padres "creced y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla" (Gn. 1, 28)
- Hay menos almas para el cielo, que es nuestro destino, a menos que con nuestros actos demostremos que no queremos llegar a este destino.
- Un sinnúmero de pecados se comete entre los esposos, al negarle la vida a sus hijos; en los asesinatos de inocentes mediante el aborto; en las perversiones morales que acompañan a la ideología de género, etc.
- Mediante la eutanasia, evitan que se cumpla el ciclo natural de la vida, y niegan la oportunidad de una reconciliación apropiada con Dios, y del sufrimiento que acompaña los últimos meses o años de la vida, que se puede convertir en motivo de penitencia y perdón.
Regresando al tema de la eutanasia, ¿cuáles son motivos reales, de estos gobiernos y estas élites financieras que quieren acabar con nuestras vidas? El motivo inmediato es de orden económico. No quieren pagar los altos costos que implica mantener a un anciano en sus últimos años, en los que ya no es productivo, ya nos les genera ganancias.
Lo cierto es que en los últimos años de vida de una persona, los gastos se incrementan significativamente. Algunos economistas dicen que en los cinco años finales se gasta hasta un 70-80% en temas de salud, mientras que en todos los años previos sólo el 20-30%. Se supone que con todos los impuestos que pagamos a lo largo de nuestra vida productiva, y que seguimos pagando en impuestos debidos al consumo, aportamos lo suficiente para que tengamos una vejez tranquila. Pero la verdad es que ese dinero ya lo gastó el gobierno, y los trabajadores actuales están pagando las pensiones de los ahora ancianos y discapacitados, y así sucederá con la siguiente generación.
Además, se suman otros factores que hacen más pesada la carga de pensiones: el incremento de la esperanza de vida; ahora las personas viven algunos años más que en anteriores generaciones; y la reducción de nacimientos, lo que significa que cada vez menos personas tendrán que aportar más impuestos, para un mayor número de jubilados.
Entonces, la solución para los gobernantes es sencilla: reducir el número de ancianos, de discapacitados, de indigentes y de personas que han perdido el sentido de la vida. Para la élite financiera la conclusión es clara. Acabar con todos ellos.
Nos es broma, es una realidad. Pero desde una perspectiva metafísica este es un plan diabólico, que, junto con las medidas para evitar los nacimientos, buscan quitar la oportunidad de ir al cielo a muchos hijos de Dios.
[1] The Lancet: El drástico declive en las tasas de fertilidad globales transformará los patrones
de población mundiales para el año 2100. https://www.healthdata.org/sites/default/files/2024-03/TL%20Capstones%20global%20fertility_ES.pdf
[2] INEGI. 2021. Nuevo escenario de baja fecundidad en México a partir de información censal. https://rde.inegi.org.mx/wp-content/uploads/2022/01/RDE35_art07.pdf